RADIO PIRATA 30 UNIVERSARIO TRAZO
CELESTE.
LEMA DEL 2022: CREER, PROYECTAR,
REPLANTEAR. PCR
Transcripción gentileza Loana
J.L. Padilla: Buenas tardes señoras y
señores, bienvenidos a Comunicacionestian 24h y más, bienvenidos a Kundalini
Records, nuestros estudios centrales, bienvenidos al ideograma viviente Tian.
Hoy 21 de diciembre del 2021, y esto es Radio Pirata en su cuarta edición del
mes de diciembre, bienvenidos. Y, bueno, estamos aquí, en este solsticio,
solsticio de invierno y solsticio de verano en el Cono Sur, para… como ven, transmitir un programa
especial. Porque estamos fuera de nuestro estudio habitual. No estamos en los estudios centrales ni en
los paralelos ni en los paralelepípedos sino que estamos en el… Trazo Terrestre
tampoco, ni en el San Jiao ni en el Xin Bao, estamos en el Trazo Celeste.
Porque hoy, precisamente hoy, hace 30 años que inauguramos este espacio. Y
estamos en la cara este, en la cara este, dónde está el ideograma que muchos de
ustedes conocen y que representa toda la construcción del ideograma Tian.
Y
para los que no conoce, pues esto es Radio Pirata. Y Radio Pirata es una radio
que surge como consecuencia de las estructuras ceñidas y cerradas de cualquier
composición radial. Y bueno, como dice ya el nombre, y tiene la fama de que el
pirata es el pirata el que tal… Pues así, de estas trazas estamos.
Pero venimos casi con todo el
equipo, con todo el equipo de admiradores y guardaespaldas… Porque todos estos
son ustedes, ustedes que han tenido la amabilidad… Desde todo este anillaje,
hasta las chapas y los gorros y toda la estructura corporal que llevamos ahora
es gracias a los obsequios que ustedes han ido haciendo a lo largo del tiempo y
que siguen haciendo. No están todos, todos, todos, porque necesitaríamos un
container para traerlos aquí. Entonces tenemos lo imprescindible y necesario
para que nos identifiquen, pero ya nos conocen un poco todos… y algunos más que
otros.
Entonces… no me engañen con
la cámara… Si yo veo una luz roja, voy a la luz roja. Si se apaga la luz roja
ahí, voy como un muñeco allí… Pero allí no hay luz roja. Ah, no importa… Pues
la luz negra… Pues estoy en esa cámara. Porque hoy tenemos dos cámaras, hoy
vamos chulísimos. Porque en los estudios centrales tenemos sólo una cámara y
eso nos hace gesticular mucho más. Aquí, ahora, lo único que tenemos que hacer
es un movimiento de cuello…
Bueno
pues muy bienvenidos. Porque además estamos en el Trazo Celeste y rodeados de
unas… como cinc… unas X personas, unas cinco X personas. Y entonces, bueno, si
escuchan ustedes sonrisas y lágrimas, pues son… El tema de una película,
“Sonrisas y Lágrimas”, ¿no? Y, claro, lo que les iba a decir, un programa
especial. ¿Y por qué así especial? Porque hace 30 años, ¡30!, 30 años… Y ya eso
es algo, porque la canción dice que “veinte años no es nada”, pero treinta ya…
ya es una juventud en edad de merecer, ¡en edad de merecer! Si a esos 30 años
se le suman 20 anteriores del desarrollo de la Escuela Neijing, pues ya hemos
pasado el medio siglo, o sea medio siglo y un año, o sea 51. Lo cual nos hace… sigolarios, es un decir
“sigolarios”…
Y basta que no vea… ¿Cómo voy
a ver la luz roja…? Ah, ahora sí, bien. Voy a poner mis lentes binocular para
ver… Ah, bien, el caso es que cuando se apague ésa, está aquella. El problema
es que cuando estoy con la negra, no veo la roja… Bien.
Bueno,
bueno pero ahí estamos, ahí estamos.
Y
entonces hace 30 años que un invierno crudísimo, crudísimo, se inauguró este
Trazo Celeste. Un invierno crudísimo, con unas prisas… Bueno, ríanse ustedes de
las prisas y de los estreses que dicen, esto era un es-veinte, un es-cien… Ya,
la pintura fresca, Huma que si se cae del andamio o no se cae, con el aspersor…
Ahí está, ahí lo tenemos. Está vivo, ha resucitado, lleva 30 años y más…
Ah,
sí, me voy a la otra cámara.
Entonces
sí, el suelo estaba niquela’o, ¡niquela’o estaba el suelo!, tan niquela’o que
se desniqueló al día siguiente, ¿verdad? Pero bueno, no vamos a recordar esas
cosas, ¿verdad? Pero sí que hicimos una fiesta… Y hoy nos honra con su visita,
aquí, en este aniversario, ¡universario!, la doctora Grecia Manchola de,
nada más ni nada menos que… caleña ella
pero ahora Profesora encargada de Santa Fe de Bogotá, de la Escuela Neijing.
Porque ella, junto con Sergio Pineda y Lugenta, los tres colombianos,
asistieron a la inauguración… ¡con más frío! ¡Tenían una cara de frío!...
pobrecillos. Llevaban más ponchos… no
sé, que un colchón de gomaespuma. No sé… Pero bueno, resistieron, resistieron.
Tanto es así que Grecia Manchola, treinta años después, está más guapa, más
atractiva, más… ¡más todo! Y además es noruega, le ha dado tiempo hasta a eso,
a hacerse noruega.
En
consecuencia, bueno, es un motivo de alegría los que estamos aquí hoy para
celebrar este 30 aniversario. Y como se suele acostumbrar en este 30
aniversario, se da a conocer el calendario oracular. El calendario oracular que
hoy empieza con esta luna llena que hemos visto esta noche, y este amanecer
coexistía con la luz del sol, que nos dice que empezamos con “La Evolución”,
“La Escucha Obediente”… ¡Qué barbaridad! ¿Cómo se puede empezar un año oracular
con tanta barbaridad! Sí, tanta barbaridad porque primero, lo de evolucionar
como que no se ve mucho, ¿no? Porque se ve que las cosas y los errores se
repiten una y otra vez, y se evoluciona más bien poco, más bien poco. La
escucha… ¡bueno!, la escucha ¿quién escucha?, ¿quién escucha? La escucha… ¿Y de
la obediencia?
-¡Pero bueno!, ¿eso existe?, ¿de
verdad? ¿De verdad que existe?
-Sí, existe.
Claro,
el I-Ching quizás, a decir de los colegas chinos:
-Es un libro tan
antiguo… chamánico… chusmánico y tal… y no es, no es, no es… científico, es
pseudocientífico.
Entonces
claro, emplea un lenguaje un poco anticuado, dirían los colegas orientales.
Pero bueno, si no fuera por lo anticuado, es decir, si no fuera por lo antiguo,
por lo que hemos pasado, probablemente no estaríamos donde estamos. Así que
agradecidos a todo lo que ha pasado. Porque gracias a ello –bueno o malo, según
se mire- aquí estamos. Oye, me ha salido un pareado.
Bien,
entonces… el programa lo vamos a dedicar a eso, ¿verdad?, un poco, un poco.
Dame la luz roja que… Ya,
ahora. Es que me he cansado con el cuello.
Entonces,
claro, este programa es muy difícil hacerlo porque tengo que hacerlo para el
público que está aquí, para el público que n os verá en otro lado y que no sabe
si estoy aquí o estoy en otro sitio, y por la responsabilidad que supone que
sea el 21 de diciembre. Este día… Y alguien dirá: “¿Y por qué el 21 de diciembre? El día que más frío hace, el día que la
noche es más corta…” No, la noche es más larga; al revés, la noche es más
larga, más larga y el día más corto. Pues esto fue una idea del doctor Moisés
Fernández, Moisés Fernández, que en Gloria esté, que ya transitó por aquí, fue
custodio de la Escuela Neijing en República Dominicana y después ya volvió a
España y siguió sus caminos. Pues de él fue la idea de esa inauguración. Y
caray, caray, nos sorprendió porque, bueno, la verdad es que la culpa es mía… Porque
yo le di la opción y entonces, bueno, todos nos… Aceptamos ¿no? Y fuera de este
lugar había una hoguera inmensa para calentar un poco, un poco a los visitantes
que venían. Y, bueno, pasamos mucho frío pero también pasamos mucha alegría por
haber culminado el ideograma.
Alguno
de ustedes se preguntarán, y es lógico que lo hagan, tanto de la Escuela como
personas allegadas o simpatizantes: “¿Por
qué en Pozoamargo?” Que parecía el título de una película western: “Pozoamargo, una ciudad sin ley” o algo
así, aunque aquí leyes… ¡bueno! En fin… Ahora… Digo, pero sí, ¿por qué Pozoamargo? Bueno, surgió
la inspiración del Misterio Creador de crear un asiento de la Escuela, en este
caso, la idea era el ideograma Tian. Y para ello solicitamos a todos los que
estaban formando la Escuela entonces como alumnos, bueno, que buscáramos algún
sitio en el planeta, que allí se iba a hacer la Escuela. Así de simple. Y así
de complejo. Y así de… Y resultó que una persona del grupo, Javier Martínez, nos ofreció este terreno a través de la
bondad de su padre, de que pudiera ser aquí, ¿en Pozoamargo? Por supuesto,
entonces no había ni autovía ni había reseña en el mapa, no existía este lugar,
geográficamente hablando ¿no?, en la Guía Michelín, ¿verdad? O sea que
tardábamos mucho en venir desde Madrid o desde otro lugar. Entonces, bueno,
vinimos a ver los terrenos, había varias opciones y hete aquí que estábamos por
este sitio en concreto y dijimos: “Pues
sí, pues va a ser que sí”. Así que generosamente nos donó estas tierras y
dijimos: “Vamos allá. ¡Vamos allá!” Vamos
allá y allá que nos embarcamos. Nos embarcamos como se embarcan los piratas, a
rumbo desconocido, a la alta mar y a través de los colaboradores de entonces, y
podemos recordar a muchos… Y mejor recordarlos en la mente porque seguramente
nos dejaríamos por dejar de nombrar a alguien. Pero sí los tenemos a todos en
nuestro corazón, principalmente a Javier Martínez y a nuestra querida pequeña
Ángela Díaz Gallego, que en Gloria esté en otro lugar ¿no? Pues ellos fueron intimísimos
colaboradores, junto con Isía –que está con nosotros-, junto con Alia –que está
con nosotros- y, bueno, así como lo germinal ¿no?
Ahí
estamos ahora con la otra cámara… Así me entero bien… Me haces cosas raras y yo
obedezco.
Así,
así empezó. Y todos nuestros ahorros se agotaron en los cimientos… No sé cómo
se nos ocurrió tal idea, ¿verdad? La Providencia es increíble, ¿no? Y cuando
teníamos todo lleno de cemento y de hormigón para levantar las vigas, digimos: “Bueno ¿y ahora qué hacemos? Pues seguir.
Qué pregunta más tonta…” Y hete aquí que… Cuando leemos eso de “Y el ángel concibió a María…” ¡digo!,
sí… No. Digo, sí: “El ángel concibió a
María por obra y gracia del Espíritu Santo”. Algo así ¿no? Un ángel nos
solicitó… sí, seguro, seguro, seguro que fue eso. Porque las distintas
necesidades de pladur, suelo, vigas, etc, había que comprarlas y había que…
pagarlas. Y eso era un problema para nosotros, porque no estábamos educados
para eso, ¿verdad? Una vez que se nos acabó el millón de pesetas que teníamos
ahorrados, ¡en los cimientos!, nada más, no daba para más.
Bueno,
entonces hablábamos con los acreedores y ellos dijeron:
-No, no, no… No hay problemas. Venga,
venga, venga…
Entonces,
vaya para todos ellos, sobre todo para Andrés más concretamente –que en Gloria
esté pero para su familia- nuestro más grato y gratificante recuerdo y
agradecimiento inmenso. Porque fueron capaces de aguantar y esperar en varios
millones de pesetas de entonces, y que nuestro único ingreso era la Escuela
Neijing, la consulta en Madrid, y todo ello iba, claro está, principalmente para los operarios: Reyes, por
supuesto en primer lugar, y su cuadrilla. Y eran los prioritarios, que ellos
tenían que cobrar cada quince días ¿no? Pero lo demás íbamos dando lo que se
podía, y así, por eso entendemos muy bien que “el ángel del Señor invocó a
María y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo” porque si no es por el
ángel o el Espíritu Santo o algo parecido, no sabemos cómo se pudieron poner de
acuerdo tantos acreedores para fiarnos y tardar aproximadamente dos años o más
en que pudiéramos pagarles todo lo que debíamos, ¿no? Pero así fue, así fue.
Bueno,
no nos queda más remedio que creer en el milagro y en la obra de la
Providencia, es que no hay otra… otra cosa. Y, bueno, esta historia no la
solemos contar mucho pero creo que hoy merecía la pena contarla porque
seguramente que muchos no la sabrían o se piensan que las cosas fueron de otra
manera. Nunca hubo un préstamo, nunca hubo una hipoteca, nunca hubo nada… Sí
hubo personas que ayudaron con algunas cantidades en algún momento,
espontáneamente. Pero básicamente, cuando inauguramos todo el ideograma e
invitamos a todos los “acreedores”, ellos
nos miraron con cara de decir:
-Claro, nos invitáis a comer… pero
eso es señal de que no nos vais a pagar ¿no?
Alguna
carita de ésas yo vi ¿verdad? Pero no,
no, no. A partir de entonces, los mismos ingresos de antes ya no iban para la
cuadrilla porque ya había acabado sino que iba a ir solucionando los débitos.
He de destacar que el hombre que empezó a hacer la zanja para los cimientos de
este lugar, Pablo que en Gloria esté… Hay muchos que están en la Gloria ya, eh.
No, no hay prisa, eh, no hay prisa. Resaltarle a él porque cuando… Claro,
sabíamos todo lo que le debíamos porque había que hacer no sólo estos cimientos sino que había
que hacer los cimientos de todo el resto del ideograma ¿no? Y él era… muy
manchego ¿no? Es decir, él metía la retro y hasta que la retro no podía, él
ahondaba, y ahondaba los caminos… Y eso significaba más y más hormigón. Dice:
-Por si se cae…
-Pero ¡qué se va a caer!, qué se va a
caer…
-Por si acaso se suben más las
alturas…
Bueno,
el caso es que lo recordamos especialmente a la hora de decir, de saldar las
deudas porque él dijo: “Yo seré el último
en cobrar, el último.” Y cuando le dijimos: “No, no… Pablo, que…”
-¡Que no!
Y
era pequeño de talla pero fuerte de voluntad, eh; como dirían los colombianos: “Muy verraco, él, pero berraquísimo”. Y
nos lo dijo tan claro que dijimos: “El
último, Pablo.” Y así dejamos a Pablo al final para restituir las deudas.
Muy agradecidos a todos ellos, a todos. Porque cada uno supo esperar lo
necesario para culminar este lugar. Bien, esto es una nota histórica; no
nostálgica, histórica y, en consecuencia, simplemente informativa.
Pero
volvamos al I-Ching. Al I-Ching, porque el I-Ching nos habla de “La Evolución”
y nosotros ¿hemos evolucionado o no hemos evolucionado? Sí. Pues hemos evolucionado muchísimo. Porque al principio
hacíamos acupuntura y moxibustión,
moxibustión y acupuntura. Pero luego hacemos… iba a decir “de todo menos
eso”. No, no, no. Luego, nuestra evolución ha seguido con Danza Sagrada, Cinema
Tian, Botica Artesanal, los libros –ya, más de 112, 114 títulos creo que
tenemos publicados-, Inspiración Femenina, Humanismo Sanador, Qi Gong, Danza
Sagrada… Bueno, no quiero mencionar más por si acaso me falta alguno o me sobra
algo. Creo que no. lo que sobra, va a venir luego, ya, este año, 2022.
En
este sentido, hemos evolucionado
muchísimo ¿no? Advertir por ejemplo, la última disciplina que incorporamos fue
Contacto de dos cursos de evolución y de momento en stand by para pensar en una
evolución más amplificada de lo que hasta ahora se ha dado y que se está
practicando y con resultados, que es lo importante.
Y en
ese sentido como que la palabra “evolución” nos es familiar, nos es muy
familiar. Porque antes, por ejemplo, estar en el Trazo Celeste era… con un
cierto frescor. Hoy, ahora mismo estamos aquí y tenemos calor, aparte de que
hace un buen día pero tenemos la geotermia, ¿no? O sea hemos cogido el calor de
la profundidad y lo hemos hecho calefacción. Y es el sitio más cálido que hay
ahora ¿no?, cuando era el sitio más frío, que
no había manera de calentarlo.
Entonces,
bueno, también quiero decir con esto que hemos evolucionado estructuralmente.
Antes teníamos unas ventanas que no sabíamos qué era. Ahora tenemos doble
ventana en muchos sitios. Cosas pequeñas, obtusas y oblongas pero… Antes no teníamos
una “catedral”, ahora tenemos una “catedral” que, bueno, la llamamos “la
catedral” pero realmente no es una catedral. Pero es un pequeño asador que se
convirtió en una gran estancia, ¿no? Y antes teníamos un Chiqui, que fue un
chi… chiqui y sigue siendo el QiKi… Pero teníamos un comedor, así, raquítico,
ahora tenemos un comedor exterior desmontable… ejem, que nos permite una mayor
acogida. Es decir que no hemos parado de evolucionar en todos los aspectos.
Antes
nuestra radio era… radio de papel y banda musical, así… como quién no quiere la
cosa, y la antena era nuestro dedo. Hoy, estamos en Internet y nos pueden
escuchar en cualquier parte, hasta en Diego García, que sé que alguien en Diego
García nos escucha. Diego García es una isla del Pacífico de una dudosa
actividad. Pertenece a los Estados Unidos de Norteamérica. Pobrecillo el que… a
lo mejor le castigan si escucha este programa.
Bueno,
el caso… a lo que vamos, a lo que vamos es que hemos evolucionado y vamos a
seguir evolucionando. Y empezar el año oracular con “La Evolución” es
fantástico…
A ver… No me hacen
señas, no voy al rojo. Es que yo quería
decir “¡Fantástico!”, y volver la
cabeza… pero luego, luego, más tarde.
Fantástico,
fantástico, fantástico… Porque es un buen oráculo. Lo que ocurre es que luego,
lo otro, la escucha… la escucha… la escucha… la escucha obediente ¿no?
Un
sacerdote nos decía hace mucho tiempo que, de los tres elementos que imponía el
sacerdocio: pobreza, castidad y obediencia.
-La pobreza, bueno, más o menos te
empeñas y si te vas a un pueblo de La Alcarria pues vas a ser un sacerdote
pobre, ¿verdad? O si te vas a una comunidad de la China del Norte también
¿verdad? Aunque allí poco hacen falta los sacerdotes pero bueno. La pobreza.
La castidad con el tiempo se te pasa…
Es decir que el furor ése –la castidad- se pasa también.
Pero ¿la obediencia? Es lo más
difícil que hay. ¿Obedecer a un superior que a lo mejor tú crees que no tiene
razón?, ¿obedecer a una congregación que a lo mejor opina…? Eso es lo más
difícil de llevar.
Y
tiene razón. Tenía razón y creemos que tenía razón.
Y es
curioso que se tenga razón en ese aspecto, cuando resulta que los seres humanos
somos enormemente obedientes. Sí, somos obedientes hacia nuestro ego, hacia nuestra egolatría y obedecemos a nuestros
criterios, a nuestros gustos, a nuestras necesidades y vamos a por ellas. Y
cuando dejamos de obedecernos, enloquecemos. O sea que, de entrada,
instintualmente, somos obedientes. Después empezamos a obedecer un poco al
papá, a la mamá, al colegio, a la maestra, al jefe, a la productora, al
trabajo, al médico… pfff, a la residencia… Total, que tal y como nos lo pintan,
es un poco oscuro. Pero si atendemos y nos atendemos a la palabra “evolución”,
nuestra creencia cambia. Porque si creemos que somos seres evolutivos, que no
ha acabado, no ha terminado la evolución. Hablábamos del Homo Sapiens, pero
antes de éste, el Homo de Neandertalis con el que nos mezclamos, hablamos del
Homo de Cromañón, el Homus Erectus. Y ahora somos el Homus Economicus, hemos
evolucionado dentro del Sapiens. Claro está, los Sapiens dicen que la evolución
se ha culminado y que ya el Sapiens nacerá, crecerá, se desarrollará, morirá y
no habrá humanos más en el mundo.
Bueno,
si creemos en la Teoría de la Evolución, eso no puede ser así. probablemente, ya,
entre nosotros, haya Homo Sapiens Evolutos. Evolutos no son los los volutos
estos, los… volutus… boletus, boletus. Es que me mira Jesús y me confunde ¿no?,
que es el hombre de las setas y las cosas. Boletus… boletus, boletus.
Y,
bueno, creemos que realmente nuestra capacidad cognitiva es una capacidad
evolutiva. Ahí está “la ciencia” –entre comillas- ahora, pero ahí está la
tecnología, ahí está la inteligencia artificial, ahí está la robótica. Son
signos, de acuerdo, de acuerdo. Ahí están los quantum y el ordenador quántico y
cuánticas cosas podrían hacer con esas cosas… Algo, cosas increíbles.
O
sea que debemos creer que nuestra especie está en evolución. Sí,
aunque no te lo creas… Es que se ha asustado. Es que es de los jóvenes.
Nuestra
especie está en evolución y creerlo, creerlo nos coloca en una evolución… que
ya no seremos con el macizo facial más grande, menos grande, las orejas más
grandes, menos grandes, no, no. Nuestra capacidad cognitiva se irá modificando,
se irá clareando, y empezaremos a hablar de otras maneras, a pronunciar de
otras formas. Todo esto llevará sus años. Pero ya, ya, ya… ya, ya, entre
nosotros, partiendo simplemente de la inteligencia artificial, de la robótica y
de la tecnología puntera, ya hay signos evidentes de que nuestra capacidad
cognitiva está evolucionando, ha evolucionado, mucho más de lo que nosotros
creemos.
Además,
¡además!, entre nosotros también hay seres… raritos… que… que lo notas, dices: “No sé… esta persona es muy rara.” ¡Pues
será! Ésa es la palabra más cercana a la evolución evidente: raro, raro, raro.
Entonces,
todo ello nos da a entender que evidentemente estamos en esa evolución, tenemos
que escuchar. Entonces, please, hay que escuchar. Pero hay que escuchar todo…
sin agobios, con prioridades, por supuesto con prioridades, que no es: “Esto es más importante que lo otro.” No,
no, no. Pero le damos prioridad según el momento. Cuando escuchamos una
historia de vida, llamada “historia clínica”, le damos prioridad a esa escucha.
No escuchamos nuestra voz interior ni escuchamos los pajaritos preñados. No.
Escuchamos a la historia que nos están contando. Pero después de eso, nos
asaltan por el pasillo y… nos dan un beso. Entonces, rápidamente, la prioridad
se centra en el beso “El beso, el beso, el beso…” Vamos
cambiando de prioridades y, evidentemente, nuestra escucha, nuestra escucha se
hace evidente. Debemos escuchar antes de responder, que es muy típico del
espíritu hispano, ¿no? Antes de… Mientras el otro está hablando, ya estamos pensando
lo que vamos a decir. Y, de hecho, muchas veces, las personas empiezan a hablar
a la vez, o sea que no se escuchan. Primero escuchar, procesar, entender.
-Ah, ya… bien. Bueno, bien, vale.
Ahora sí.
Y
ahora yo hago el proceso de responder. O sea, “La Escucha Obediente”… ¿Qué
sentido tiene la obediencia aquí, en este caso? Si creemos, si creemos en la
evolución, como hemos visto que no nos queda más remedio que creer… Al decir
“no nos queda más remedio” es que creer es una experiencia fantástica. No sé
por que… O sea, lo grave es que la palabra “creer” la han ligado a religiones,
a filosofías, a líderes… No, no, no, no. Creer que mañana pueden darte una
sorpresa. Creer que pasado se te va a quitar el dolor del hombro. El creer es
una experiencia mística. Mística significa misteriosa, punto, ¡eh! No nos
vayamos a los místicos, con todo el respeto hacia ellos y buena referencia que
son. Pero creer es algo fantástico. Cuando alguien cree en la ayuda de otro.
Cuando alguien cree en el servicio de otro. Cuando creemos en nuestras
capacidades y creemos que seremos capaces de… Como esos montañeros que son
capaces de subir el K-2 en la vertiente más difícil y más imposible. O sea, lo
ideal para matarse… Y se empeñan y ¡oye!, y llegan, eh. Es un ratito, un momentito,
hacen la foto y… ahora viene lo peor que es bajar, que resulta que era más
difícil que subir.
El
caso es que el creer es lo que en definitiva ha promocionado como una palabra,
así, elevada, sola, ha promocionado nuestra evolución. O sea creer es evolucionar.
Después cada cual creerá en referencias distintas o diferentes. Y a lo largo de
su vida, nuestro credo también irá cambiando… o no, ¡o no!, no necesariamente.
Pero sí evolucionando. Ese mismo credo se va acrecentando de otra manera o va
añadiendo nuevos conceptos o nuevos criterios.
Y
cuando se cree, se… se expresa esa Creación, ese creer en una recapacitación,
recapacitamos a propósito de. Recapacitamos, aumentamos nuestras capacidades.
Pero antes nos replanteamos y nos replantamos, nos replantamos en otro sitio,
nos replanteamos y nos recapacitamos. Es decir, cuando creemos en algo, nos tenemos que preparar y replantear la
posición que tenemos. Y entonces, después de replantear la posición que
tenemos, nos recapacitamos, nos preparamos para esa replantación, re… O sea, un
recorrerse de nuevo a sí mismo.
Y
cuando tenemos completados esos dos
estamentos, que han venido de la evolución, que han venido de la escucha 34-31
IMPREVISTOS E INESPERADOS 01-01-2022
Transcripción gentileza Loana
J.L. Padilla: … alto, con nuevo lema desde
el punto de vista de la Escuela Neijing a propósito de EL CREER, REPLANTEARSE Y
PROYECTARSE. Tres palabras, revisemos nuestros credos, nuestras creencias en el
amplio sentido de la palabra, y replanteemos nuestras posiciones con verdaderos
controles de calidad y demos paso a proyectos, proyectos que en verdad estén guiados
por el entusiasmo, por la novedad y por la innovación, eso, en eso vamos a
entrar.
(Música)
Comunicacionestian
24 y más, en su edición de Imprevistos e Inesperados. Nos hablan de que las
expectativas que se nos avecinan son de muy diversa índole porque dicen… dicen
tantas cosas, todo o casi todo a propósito de la endemia que tenemos y que,
gracias a no sé qué y gracias a no sé cuántos y a estudios… Está bien. Lo
cierto es que la economía mundial, a pesar de todo, ha crecido. Y bueno,
parecía que este año pasado iba a ser peor pero no. Sí reseñar efectivamente
que este año, este año que acaba de pasar, que se lanzó al espacio ese
increíble… increíble modelo de visionar, de mirar el universo, James Weeb, no
se olviden de él, que en alguna forma sustituye al Hubble, aunque sigue
vigente. Bueno, bueno, bueno…
Estamos
ya en una situación en el que indudablemente tenemos que dar una respuesta de
tal forma que podamos hacer una influencia sobre “el proyecto”, es decir –entre
comillas “proyecto”-, las maneras de parar determinados acontecimientos que van
a seguir deteriorando nuestro bioviviente planeta, y es evidente que estamos en
un momento en el que la desaparición de especies es demasiado importante como
para que estemos preocupados. Y, sobre todo, el deterioro que está llevando
nuestra especie con, a pesar de una mayor longevidad, el decrecimiento de la
población y la terrible discordancia que hay entre unos grupos de población y
otros se hace extremadamente doloroso. Y nos vamos con una música… Africa Now.
(Música)
Y el
último día del año se celebró, sí, en contra de todas las predicciones, se
celebró, desafiando a todas las situaciones, en Madrid, New York, Río y otras
ciudades: “Miles de personas se reúnen
con limitación de aforo en la Puerta del Sol, Times Squere o La Playa de
Copacabana para dar la bienvenida al 2022. El mundo ha festejado la entrada del
año nuevo con celebraciones, desafiando el avance explosivo de la variante
Omicron del coronavirus…”
Pero
dícese de paso que no hay que olvidar que en Sudáfrica, el lugar donde
apareció, ya han relajado porque ha bajado casi a la mitad de punto de
inflexión y se han disuelto las medidas. Afortunadamente, estamos en un buen
proceso.
“Pues miles de personas en la calle
de Madrid, New York y Río de Janeiro han sido algunas de las urbes del mundo
donde, con aforo reducidos y restricciones, la gente se ha reunido en masa para
dar la bienvenida al 2022. Otras como Seúl, San Francisco o Ciudad de México
han cancelado sus festividades o las han restringido con mucha severidad. Aquí,
en la capital de España, 7 mil personas se concentraron en la Puerta del Sol,
un 60% menos de lo habitual, que suele acoger unas 20 mil personas. Pero bueno,
los asistentes comieron las uvas al son de las campanadas, mientras la incidencia
acumulada asciende ya a 2.426casos por cien mil habitantes en 14 días. “Es un
espacio grande, se puede garantizar la seguridad y es al aire libre” justificó
un día antes Enrique Luis Escudero, consejero de sanidad de Madrid para dar luz
verde a la celebración.”
Pues
ahí estuvo la Puerta del Sol con unas 7 mil personas, celebrando ese ritmo
solar que de nuevo ase llega, aunque con esa incidencia acumulada de 2.426 por
cien mil habitantes.
Pero
lo más significativo de esta exclusión es que, afortunadamente, la gravedad de
la misma no es ni muchísimo menos la atribuida a la variante Delta ¿no?
Evidentemente, con ese número tan alto sí aumenta el número de personas que
ingresan pero la levedad del proceso es muy significativa. También es cierto
que dado el número de test que se hacen por la gran expansión de esta variante
Omicron o gripe o lo que sea ¿verdad?, estamos en una situación en la que
podemos ver que, bueno… bueno, afortunadamente no se justifica que tengamos ese
miedo y pavor que tratan de meternos.
Por
otra parte, no olvidar la perspectiva, la actitud que ha tenido el gobierno
israelí, de evaluar –no sabemos si a estas alturas lo da por hecho-, de evaluar
la posibilidad de evitar todas las medidas restrictivas porque ven que las
medidas que se han aplicado, la cuarta dosis incluida, no han evitado para nada
–ni mascarillas ni distancia de seguridad ni reclusión-, no han evitado la
incrementada actitud y posición de la variante Omicron. Entonces, claro, en esa
posición se plantean la liberación de todas las medidas y que haya una
inmunidad de grupo rápida y general dada la escasa gravedad que afortunadamente
se tiene. Hasta donde sabemos, solamente hubo un fallecido que falleció “con”
Omicron en Inglaterra, no tenemos más de referencias ¿no?
Bueno,
en París… Si nosotros estamos en 2.400 casos por cien mil habitantes, pues
estamos más que en París que está disparada a una tasa de 2.287, pero bueno…
estamos unos de los primeros. Cierto es que las personas decidieron: “Bueno, va…”
“En New York por ejemplo, donde se
han pulverizado los récords de casos de coronavirus diarios, el viernes el
Estado contabilizó 76.500 nuevos contagios, 44.000 de ellos en la gran ciudad
donde numerosos servicios médicos están en jaque por la falta de personal.
Times Squere tuvo su aforo controlado, sólo 15 mil personas de las 60 mil que
suelen abarrotar este espacio cada primero de enero.”
Bueno
pues así, así se fue pasando en diferentes ciudades. Mírese también en Brasil…
“El segundo país más castigado por la
pandemia después de Estados Unidos, los habitantes de Río de Janeiro volvieron
a la playa de Copacabana para recibir el 2022, aunque con menos público debido
al mal tiempo y a las restricciones por la pandemia. “Esperaba ver mucha más
gente, esperaba que fuera estresante” dijo Alejandra Luna, una turista
colombiana de 28 años. “Está tranquila, me gusta –añade, vestida de amarelo
para atraer la prosperidad la carioca… observó los 16 minutos de fuegos
artificiales y comentó: “Fue emocionante porque pasamos mucho tiempo en
pandemia y ahora que los fuegos volvieron parecen más bonitos, son más
significativos.”
Ahí
está Copacabana.
“En Sidney, una ciudad que se jacta
de ser la capital mundial del Año Nuevo, las concentraciones de gente fueron
inusualmente pequeñas. En el puerto para presenciar el tradicional espectáculo
de fuegos artificiales. “Sólo intento concentrarme en las cosas positivas que
sucedieron este año en lugar de las negativas” expresó Melinda Howard, una
estudiante de Medicina de 22 años.
En Dubái los fuegos artificiales en
29 sitios iluminaron la ciudad. El público se concentró temprano en la noche
para presenciar el espectáculo de la torre más alta del mundo el Burj Khalifa…”
Pues
así estamos y así se lo contamos. Y vamos con la música africana.
(Música)
Y
seguimos con novedades de noticias.
“24 millones de españoles han perdido
el poder adquisitivo en el último año…” Bueno, esto no es precisamente muy
alentador. O sea que nos enfrentamos a un año nuevo, ojalá sea nuevo de verdad,
en el que 24 millones, de los 47 que somos han perdido poder adquisitivo en
este año que acaba de pasar. Esto es para preocupar y no se ve muy claro cómo
se va a recuperar. Pero lo cierto es que así estamos.
Y
tenemos que recordar que anoche y esta mañana, o sea empezando anoche a las 11
hasta esta madrugada hasta las 4 de la madrugada, casi las 4 de la madrugada,
celebramos nuestro tradicional encuentro de fin de año bajo el lema del Soplo
Krístico y en este caso nos centramos en las aportaciones que hace el Nuevo
Pacto, el Nuevo Testamento, a propósito de las Tentaciones en el desierto. Y en
este sentido, apostamos en nuestro mensaje, la actualidad que tiene el
proyectarse de tal manera que estemos menos –vamos a empezar así, por “menos”-,
menos adheridos a la materialidad, con menos actitud de posesión de la misma,
menos protagonistas de nuestra egolatría, menos llamativos en nuestro
pensamiento y en nuestro proceder y más compartidos y más hacernos
copartícipes, convivientes. Y de forma culminante, pues menos idólatras, es
decir hemos conseguido una sociedad en la que se han ido creando tótems,
ídolos, en los que se ha sustituido la religión por las ciencias pero conviven
ambas dos, como se dice que “hay personas para todo”. Sí, pero hay un culto a
la capacidad “creativa” –entre comillas- del ser humano. Entonces nuestra
sapiencia nos ha llevado a dominar, a arrasar, a controlar todo; después de
descubrir, conquistamos. Ésa es la grave actitud que desarrolla la especie
¿no?, descubre y luego conquista, como pasó en América ¿verdad? Y, claro, al
conquistar pues manipula, controla, sesga, esclaviza en definitiva. Y eso lo
poníamos de manifiesto con el mayor humor posible esta noche y esta madrugada
desde aquí, desde Tian, transmitido por televisión. Y, bueno, creemos que, sin
duda, tiene una vigencia el Aliento o el Soplo Krístico –como así nosotros le
denominamos-, tiene una vigencia esas llamadas “tentaciones”, que más que
tentaciones son procesos evolutivos en los que el ser tiene que pasar por ellos
para hacerse cada vez más transparente, para que desarrolle más su instinto de
santidad, para que sea más vivificante su estar y no esté permanentemente
presente de lo que tiene, de lo que vale, de lo que consigue, a dónde llega y
como… etcétera, un largo etcétera.
En
realidad, creemos que estamos en un momento profundo de evaluación, ¿no?, y
cualquier decisión que se tome debe ser muy bien evaluada, muy bien
considerada, cualquier decisión no debe ser precipitada. Quizás, el año del 2022
debería caracterizarse por la no precipitación entre otras cosas, y evaluar
bien nuestras creencias, lo que nosotros creemos, y en base a ello depurarlas,
replanteándonos nuestras posiciones, reconociendo nuestras capacidades. Pero es
un año de replantearse y de sin prisas ¿no? Las decisiones precipitadas sólo
van a conducir a situaciones que luego se hacen lamentables y se nos hacen muy
cuesta arriba regresar, en general. Así, así prospeccionamos este nuevo
amanecer: 2022.
(Música)
Estamos
en nuestro programa de Imprevistos e Inesperados a propósito de comentar las
perspectivas que vemos para este 2022, y estábamos hablando de las
precipitaciones ¿no? Es lógico que después de un periodo muy difícil de una
propaganda absolutamente alienante, se abra como una diáspora de precipitación
para recoger lo perdido. No. Y justamente esa precipitación es la que nos hace
cometer errores que luego, luego resulta difícil repararlos. En realidad,
creemos que es momento de replantear. Debe ser un año, después del vértigo
vivido de las expectativas que hemos visto en el 2021, es un año para ralentizar,
ya que es un número par 2022, tiempo para reconsiderar todas las precipitadas
decisiones que se han tenido que tomar en el ciclo pasado. La vida evoluciona
por ciclos, por ritmos, misteriosos sin duda, que no sabemos cuáles son, y
nosotros marcamos algunos, como esto del “año nuevo” y tal, que para cada uno
es una cifra y comienza y termina en otro tiempo, con lo cual ninguno es
verdadero ni auténtico, pero son modelos de referencia porque el ser humano es
referencial ¿no? Y en esa medida, después de haber vivido bajo una referencia
un curso alrededor de este increíble vibrante y apasionante sol, ¿verdad?, que
dio origen a imperios y otras referencias… Ya no es el mismo sol que el del año
pasado ¿verdad? No, porque nos estamos moviendo cada segundo, ¿verdad? Pero sí
se mantiene o se mantendrá durante una frecuencia X, la que sea –no la
sabemos-, pero la luz nos va a resultar imprescindible. Nos estamos refiriendo
a esa luz de, obviamente, del astro rey ¿verdad? La otra es una guardería de
alcahuetes para buscar recursos para sus refugios después de sus mandatos, no
tienen más explicaciones. Pero sí somos los sufridores de que cada vez que
enchufas algo, tienes que preguntarte qué hora es para ver cuánto vas a pagar
de más o de menos… de menos no. Pero así estamos. Así estamos. Y nuestra
recomendación, que vayamos a la actitud de ir sin precipitación por favor, de
analizar bien nuestro credo, que podamos tener lo que llamábamos esa
“tentación” del agrado, del placer, del gusto –entre comillas “tentación”
insisto-. Pero claro, también debemos evaluar y saber en qué nivel estamos y a
qué nivel queremos aspirar a ser. De ahí la denominación de “instinto de
santidad”, que no es que “queramos ser”, no, es que la configuración como seres
vivos, tenemos un instinto de purificación, de sinceridad, de transparencia. Eso
está ahí, lo que pasa es que los diferentes poderes que hemos ejercido unos
sobre otros los han ido oscureciendo y los han ido tapando para mantener unas
apariencias que molesten lo menos posible y que te molesten lo menos posible.
Pero realmente, en la profundidad del ser, cualquiera querrá estar en una
posición en que no dañe, que no le dañen, que expanda su bondad, su generosidad,
su solidaridad, su convivencia, su transparencia a la hora de hablar, de
mostrar su posición y que sea defendible con recursos, con criterios. Pero
claro, si eso no ocurre, evidentemente, tenderemos a repetir, a repetir y
repetir y repetir… ¿Hasta cuándo se va a repetir?, ¿hasta cuándo?, ¿hasta
cuándo? Porque, claro, la repetición tiene el inconveniente de los terribles
dramas que se suceden una y otra vez, que no es precisamente la más adecuada
¿verdad?, sino que aspiramos siempre al mayor nivel de perfección, de claridad,
de transparencia, de serenidad, del gusto de vivir y de la consciencia de
sentirse vivo.
Y
nos vamos con un sentido clásico, unos preludios.
(Música)
Y
seguimos… unos minutos más con ustedes para insistir en la necesidad de que este
nuevo año de verdad le demos esa característica de “nuevo”, le demos esa
característica de innovación, le demos esa confianza de lo renovado…
(Música)
Y
sí, esa actitud sin prisa, sin… sin arrebato, con la verdadera consciencia de
no repetir lo que ya nos ha mostrado el dominio y el poder, lo que ya nos ha
mostrado la disputa, el enfrentamiento, los prejuicios, lo que ya nos ha
mostrado lo que da de sí la traición, la infidelidad, los incumplimientos. ¿Por
qué volver a repetirlos? ¿Es que no hay ya más recursos? No lo creemos. ¿Es que
no hay otras perspectivas?, ¿que sean difíciles, que supongan dureza y
enfrentamiento? Claro, claro que sí, porque todo lo repetitivo y lo habitual
resulta más fácil pero el vivir no es que sea una tarea difícil pero sí es una
tarea apasionante, descubridora, convincente, no es una tarea de repeticiones y
de automatismos. Y con esta idea les dejamos con otro poco del concierto en Do
menor de Juan Sebastián Bach.
(Música)
Gracias
por haber estado con nosotros en este primer día y gracias por dejarnos
sugerirles algunas situaciones sin precipitaciones, con la calma de los cisnes
que resplandecen en las noches, en los lagos con su blancura… impecable.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS. 03-01-2022
SOBRE EL LEMA DEL AÑO: CREER,
REPLANTEAR, PROYECTAR.
Transcripción gentileza Loana
Javier:
La pregunta es en relación al año, y queremos salir de algunas dudas. ¿Es el
año del Creer?, ¿o incluimos el replantearse, el recapacitar, el proyectar? Sabemos
que ha hablado algo en el programa de Imprevistos pero, por favor, Maestro,
queremos saber más sobre este año, sentimos nos debemos realizar bien y
prepararnos bien para este año 2022 y sabemos que después de El Año de las
Expectativas en donde nos dio usted unos elementos, unas propuestas para vivir
ese año expectante, pues continuar con la vivencia de este año que, por otro
lado es cambiante a cada paso, sobre todo por el Coronavirus. ¿Nos podría
aclarar un poco más el lema del año?
Maestro:
Sí, pues buenas tardes. El lema del año genéricamente se habla de la actitud
que debemos tener este año es la más adecuada en torno a nuestras creencias. Es
decir, hacer una evaluación, valoración de nuestras creencias, decirnos a
nosotros mismos en realidad en qué creemos. Y no estoy hablando, obviamente,
como se suele decir habitualmente: “¿Tú
eres creyente?” No estoy hablando solamente de aspectos religiosos, no. No,
no. Estoy hablando de creer en general.
Creemos
que esa palabra es precisa y necesaria para este año 2022, y que da continuidad
a Las Expectativas. Después de las expectativas que se hayan podido realizar o
no, las expectativas que han ocurrido o no, creemos que replantearnos –y ahí
sigue el lema del año “Replantearnos”- recapacitarnos y “Proyectar” nuestras
creencias es absolutamente –por ponerle un poco, así, de dramatismo- necesario.
Y digo “por ponerle un poco de dramatismo” porque son palabras que
habitualmente las escuchamos y… bueno, pues quedan ahí como… como… como que
están bien pero… Pero si cada día, si cada día que me levante me hago mi
plegaria de creencias, entiéndase por “plegaria” aquí mi consciencia de
creencias, me replanteo lo que voy a hacer y cómo lo voy a hacer. Y si con ese
día también me propongo recapacitar, recapacitar en lo que voy a hacer, y esa
capacitación me va a permitir pues aprender nuevas cosas ¿no?, descubrir nuevas
cosas. Re-capacitarme, capacitarme ¿no?
Y
todo ello va a ir hacia un proyecto, hacia un proyecto que implica proyectarme
a, a, hacia. Y, claro, ese proyectarme va a requerir una actitud y una posición
especialmente significativa porque voy a ver, al menos, a intuir, a sospechar
cómo poner en marcha mis proyectos. Y al decir
“mis proyectos” hago alusión no
solamente a un hedonismo personal sino a los proyectos que podamos generar y
replantearnos en comunidad, en comunión con. Y creo que esto es muy importante
porque nos da la sensación de que este tiempo de este año es el propicio… Cada
año tiene sus particularidades ¿no?, y estas propuestas nacen como consecuencia
de meditar, de inspirarse, de recibir. No son producto de un acto racional de
investigación sociológica o cultural, no; no es así como surge ¿no? Entonces
pensamos que el nivel de creencias –y lo pensamos porque lo sentimos y lo
percibimos- de las personas es muy, muy bajo. Entonces ese nivel de creencia
bajo, posibilita y capacita la ignorancia, la falta de cumplimiento, facilita
la irresponsabilidad, facilita obviamente la pulcritud… Si no hay creencia pues
la traición es fácil porque, bueno, no se la tipifica como tal sino que la
persona va a lo que descubre, lo que aprende y lo que decide, sin relación al
medio. Igual que la infidelidad a una idea, a un proyecto, a personas, a
labores, etc, ¿no? Creo que la creencia abarca toda nuestra actividad. Y
creemos que estamos en la plena Sexta Extinción –no es que estemos comenzando,
es que estamos en ella desde hace un rato ya-, y esta extinción incluye la
extinción de creencias, pero incluso creencias en uno mismo. Lo que la persona
creía que era malo para ella como persona, lo hace… y entonces sin pensar “no
quieras para los demás lo que no quieras para ti”, ¿no? ¡digo! Pues no importa, se busca una buena justificación
y… ¡y vale!, y vale. Entonces bueno, dice uno: “Esto…”
Hemos
repetido en muchas ocasiones en otros programas, la impunidad con la que se
vive, los políticos, la economía, el engaño, la mentira, totalmente impune,
¿no? Como no pasa nada… Y claro, “no pasa nada” no, el deterioro se acumula.
Pero “no pasa nada” en el sentido de que en otro momento, bajo otro tipo de
creencias, las actitudes se evaluaban de otra manera; no quiero decir que
mejor, eh, no, no, no, en absoluto pero el creer era parte de –aunque no se
conceptualizara así-, de nuestra creatividad. Y eso es indudable, es indudable
que la creatividad como arte ha sufrido una importante merma, en genérico, en
el mundo. Y se vuelve otra vez a lo antiguo, a lo pasado, como un renacimiento.
Pero ¿cómo podemos volver a lo anterior?, ¿no? ¿Cómo podemos volver a pensar
que nacemos, crecemos, nos desarrollamos, nos reproducimos, envejecemos y nos
morimos? O sea… ¿cómo podemos seguir manteniendo patrones que ya han demostrado
sobradamente que no son patrones válidos? Pero… Pero… ahí están. Ahí están y
con toda su carga, ¿no?
Si
nos replanteamos nuestras creencias, nuestra actitud va a variar; va a variar
en mayor o menor medida. Es decir, al decir “replantear” no significa que vamos
a dejar de creer en lo que creíamos, no, no, pero lo replanteamos. Y al
replantearlo, seguramente lo perfilamos, lo pulimos, lo aclaramos, lo
remodelamos. Claro, claro, claro. Y para eso tenemos que recapacitar. En ese
recapacitar viene la reflexión ¿no?, de nuestra creencia. Y también viene la
palabra de “capacitarnos”, o sea de amplificar nuestras capacidades con el
estudio, con la investigación, con el viaje, con la vestimenta, con la
alimentación, etc. O sea tenemos tal ignorancia de todo, ¡de todo, eh!, o sea
que no podemos decir: “Es que sabemos
mucho tal cosa.” No. Tenemos, somos ignorantes. Y como ignorantes, pues ahí
nos creemos que sabemos algo ¿verdad? Pero no. De hecho, por eso quiero
expresar que la recapacitación, capacitarme para nuevas y diferentes
actividades es importante.
Mientras
hago todo esto, y bajo la órbita del creer, evidentemente, voy a proyectar. Me
proyecto en el entorno, me proyecto… uno mismo en su acción. Pero la idea es
generar nuevos proyectos, gestar nuevas posiciones. Y esto es francamente una
innovación ¿no?, un innovarse, un innovarnos. Y esto es así, recapacitando,
replanteándome y proyectándome en cuanto al creer. Y creo que es, creo
firmemente que es muy significativo, diríamos que muy trascendente. Si
trascendemos con nuestras creencias, estaremos en posición de modificar este
paso que lleva la especie y de hacerlo de otra manera, que no sea motivo
permanente y constante de infelicidad, de dolor, de sufrimiento, etc. No
podemos estar contentos y orgullosos de cómo vive nuestra especie, ni mucho
menos.
Más
o menos así. Lo dejamos para dar pie a otras preguntas. Creo que ha quedado
bastante claro y, por supuesto, da mucho más de sí. Gracias.