HEXAGRAMA 61 del YI CHING o Libro de los Cambios
Escaque13 del Ajedrez Oracular. J.L. Padilla
Seguir en esa constancia perseverante en los consejos recibidos, en las señales del Cielo, que de haceres nos van revelando y empapando en la Verdad, cuando somos fieles, cuando hay fe en ello.
ASALTO POÉTICO
12-12-2021
José Luis Padilla Corral
Y en la orilla, vuelve y se va…
vuelve y se va la llegada de la ola,
vuelve y se va
y siempre distinta.
Quizás nos quiera decir que cada beso
ha de ser diferente,
que ninguno ha de ser impostor,
que ninguno debe ser aparente,
y mucho menos cumplidor.
Que cada caricia ha de ser novedosa
producto de una pasión.
Quizás cada oleaje distinto de un mar
de amor insondable
nos quiere indicar que cada sonrisa
no es mera comparecencia
y mero tic de saludo sin cuestión.
Quizás, también nos quiera decir
que cada cercanía no ha de ser una
vulgar aproximación
sino que ha de ser una cercanía
gozosa, llena de deseo y de pasión.
Ay…
y viene y vuelve otra vez la ola
a la orilla.
Y a bien decir que mis pies, que la
notan,
sienten temperaturas distintas.
Y a bien decir también que la arena
que soporta mis pies
no es la misma después de la llegada
de cada ola
y su lejanía.
Ay…
Y el amor nos corteja continuamente,
y qué poco caso se le hace,
qué poca atención se le presta,
qué repetidos besos de “hola y adiós”
sin consenso,
sin aliento,
se reparten.
Qué saludos de besos,
de “hola”, “qué tal”, “bienvenido”,
“adiós”
se dispensan,
carentes de contenido
y tan sólo esqueletos de percepción
virtual.
Ay…
¡cuánto y más
enseña el mar!,
en su amar
y en su orilla,
en su arena y en la espuma que
desvela el último aliento de un suspiro..
¡Sí!
Porque cada espuma es un suspirar
que nos quiere…
que nos quiere ¡llamar!,
para que si en verdad vivimos el
amar,
seamos consecuentes con
la verdadera sensación.
Que ni un solo…
ni un solo detalle sea por…
¡ay!… ¡ay!…
porque así lo establece la norma y la
ley.
Que ni un solo detalle sea por el
protocolo.
Que ni un solo detalle sea por la
costumbre,
sino que cada detalle de amor,
en amantes,
sea consecuencia de una expresión
gozosa e insondable,
¡de esa que dicen que sale del alma!,
¡y en verdad así lo es!,
y que no tiene explicación
como tampoco se explica cada oleaje
al llegar a su mansión…
¡está!,
se expresa,
¡y se da!
¡Ay!,
¡cuánto amar necesitamos!,
¡cuánto mar precisamos!,
¡cuánto amar nos reclama!,
en cada acto que llamamos “amor”,
y que…
fácil es convertirlo en… costumbre,
en comprensión…
¡Demasiado poco para el Amor que nos
brinda La Creación!,
ése…
ése que nos hace suspirar, cantar y
bailar,
sin otro sentido que el sentirnos
embriagados
por ser amados.
Amar es la verdadera ilusión, la
auténtica pasión
siempre en diferente disposición
y constantemente en entrega sin
concesión.