AÑO DEL BUEY
o BÚFALO DE METAL YIN
J.L. Padilla: Buenas tardes señoras y señores,
bienvenidos a Comunicacionestian 24h y más… bienvenidos a La Escuela Neijing,
en su segunda edición del mes de febrero de Radio Pirata, ¡aquí estamos!, aquí
estamos para entrar de nuevo en un nuevo tema y en una nueva situación.
Y, bueno,
pues… “febrerillo loco” dicen –nunca mejor dicho-. Sí, “febrerillo loco” porque
entramos en el tiempo que marca ya el día de hoy, si era jueves 11… pues el
viernes es 12 y nos han dicho: “¿No será
que el Año del Buey ronda…?” El Año del Buey ronda. Sí señores, el Año
Nuevo Chino –nunca mejor dicho- va a empezar. Y a diferencia de otros años
nuevos, 2020, 2021, etc, que no tenía ninguna característica, simplemente el
número y las profecías de unos y otros, en el Año Nuevo Chino las cosas no son
así, son de otra forma…
Según
cuentan, el emperador del paraje celeste, del templo de jade, quiso dejar como
muy claro para la humanidad que había 12 estancias que marcarían, que marcarían
según los ciclos lunares, características específicas para que el humano
supiera proceder adecuadamente. Para ello estableció una llamada general a los
seres animados-animales del universo y les hizo que acudieran al palacio de
jade. Tenían que atravesar unos ríos caudalosos y he aquí que todos se
dispusieron a la llamada. Y resulta que la Rata, no buena nadadora y, por
cierto, por entonces muy amiga del gato, conciliaron –ambos- en pedirle al Buey
si no le sería de mucha molestia que viajaran a la llamada del emperador encima
de su grupa, puesto que él no tendría dificultades para atravesar el río y, en
cambio, ellos difícil les resultaba nadar. El Buey, en su bondad innata, dijo
que no había ningún problema. Pero he aquí que cuando estaban ya atravesando el
caudaloso río, la Rata en una rápida maniobra expulsó y empujó hacia el agua al
gato. Desde entonces la enemistad entre unos y otros se mantiene –así cuenta la
Tradición-. Y al llegar a la otra orilla la Rata –obviamente- hábil, saltó de
la grupa del Buey, dándole gracias y corrió y fue la primera en llegar. Justo
el año que acaba de pasar, la primera. Y después, el bueno del Buey alcanzó el
segundo lugar. Y así fueron llegando unos y otros hasta completar el ciclo.
Y así quedó
establecido que según las características de cada uno, así iban a ser las
influencias que iban a gravitar sobre el ser, sobre los seres. Y esto es
importante aclararlo. Es decir que cuando se entra en un “año horoscopal chino”
lo que nos quiere decir es que en ese tiempo, como si fuera un oráculo del
I-Ching –salvando las distancias-, quiere decir que en ese tiempo va a haber
unas características favorables ¡para!... esto, esto, esto y aquello. De hecho,
tanto es así que todavía, por supuesto, en la República Popular China, según el
año en el que se entre, así las parejas deciden tener hijos o no en ese año,
pensando que ese año será de bondades, de buenas suertes, de saludes, de
negocios, etc.
Es decir que
lo que queremos decir es que si bien cada ser que nazca en el año del buey, y
ahora es su año, va a tener una especial relevancia en sus capacidades y
funciones, no es menos cierto que todas las influencias que supone la Creación
en este tiempo del Buey-Metal… Porque cada animal emblemático viene acompañado
de uno de los… o de las características de uno de los Reinos, en este caso el
Metal, con lo que supone el metal de contundencia, de fijación, pero también de
otras cosas, ¡también de otras cosas!
Entonces lo
primero que hay que saber es que sobre todos, ¡sobre todos!, seamos del signo
astrológico que seamos, sobre todos gravita un mundo de posibilidades que ahora
vamos a evaluar y valorar, sobre todos. Qué duda cabe que a algunos les será
más fácil, como a aquellos que nacieron en los años del Buey, y les sea más
difícil a los que nacieron en el año del Mono, por ejemplo. Bien, sí. Pero si
sabemos qué características… Es como decir que si sabemos que mañana va a hacer
buen tiempo, podemos promover un encuentro al aire libre, pero si sabemos que
mañana va a hacer viento y frío pues cambiamos nuestros planes ¿no?, y nos
cobijamos. Valga esta comparación simple y muy sencilla ¿no? Pero no olvidar
eso, porque muchas veces se interpreta que el Año del Buey es un año para los
que son bueyes y los demás, bueno, los demás a pelearse, los que sean
favorables como los que no sean favorables. No, no. Ese concepto al menos
nosotros no lo manejamos y no creemos que sea el adecuado, puesto que, como
dice la Tradición –que les hemos contado al principio- se trata de marcar hitos
de figuras, de actividades, de movimientos, en los que se es posible o es
posible que las posibilidades –¡las posibilidades!- que se tengan sean de una
determinada frecuencia o de un determinado valor.
Y nos vamos
en consecuencia, una vez aclarado esto, sabiendo que todos somos bueyes, como
todos fuimos ratas, y así sucesivamente… con nuestra característica individual
por supuesto. Veamos qué dice el año del Buey.
El Año del
Buey nos incita sobre todo… Y vamos a hacer un análisis acorde con el momento
que estamos. Es decir, creo que sería un análisis ficticio hablar solamente de
las virtudes del buey, ¿no?, porque entonces no entraríamos dentro de las
posibilidades de que algunas de sus características tuvieran capacidad para
aplicarse. Tenemos que tener cuidado a la hora de analizar un Nuevo Año Chino,
que debe de acoplarse y ajustarse a la situación en la que estamos ¿no? Y la
situación en la que estamos no la vamos a describir porque es menester y
natural de todos.
Entonces
¿qué aporta el Año del Buey a esta situación actual? Pues lo primero que aporta
es LA RESISTENCIA. Sí señores, la resistencia. Va a ser un año en que vamos a
ser capaces, como posibilidad, de resistir. Resistir… sería un tópico decir
“las oleadas” pero las oleadas del poder; si después lo queremos relacionar con
la pandemia ¡pues vale! Pero es importante saber resistir. Claro, porque si no
se sabe resistir, la resistencia se hace pobre, limitante, aparece el dolor, el
sufrimiento, la enfermedad, y fácilmente somos manejables.
Punto muy
importante: resistir y aguantar lo que, bueno, estamos aguantando desde hace
más de un año, y lo que vendrá.
Pero con una
característica, es un año del Buey Metal y la resistencia del Buey Metal tiene
también sus… no límites sino que el abuso no es bien tolerado, no. Cuando el
Buey Metal se siente abusado por su resistencia y nota que abusan de él, se
vuelve en contra de una manera poderosa, potente. No es el mejor momento para
desafiar la resistencia del buey, cuando éste pierde su perseverancia, su
constancia, su disciplina, embiste sobre todo lo que encuentra. Cuando ve que
han sido usados sus fuerzas y sus resistencias para abusar, cuando le han
puesto más carga de la debida por ahorrar, cuando no le dan el suficiente
alimento para tener más recursos, etc, el buey aguanta, resiste, con una causa
justa. Pero cuando la causa no es justa, el buey se hace imprevisible. Y lo que
era –como es- un ser pacífico, cordial, activo, se convierte en un ser
violento, fuerte, resistente, pero con decisiones ya muy marcadas.
En
consecuencia, tengamos cuidado con este tiempo en el que nos toca resistir y
que nos es favorable resistir porque el buey nos da esa posibilidad para que
resistamos. Es fundamental.
Y una
característica importante –continuando con el horóscopo chino- es que esa
resistencia, que era la primera característica, con la advertencia de que no se
abuse de ella porque puede provocar una tormenta exagerada. Esa resistencia
está marcada por el SERVICIO. Sí, como les he dicho, tratamos de aunar las
características del Buey con el tiempo en el que estamos. Y si hay alguien que
preste servicio con disciplina, con entrega, con decisión, ése es el Buey.
Entonces, si
somos resistentes y resistimos pero lo hacemos con la virtud del servicio,
entonces –y es una posibilidad que ofrece este año del Buey- estaremos en
condiciones de sacar creatividades, posibilidades y recursos para dar medios,
dar opciones, y no cerrarnos como ocurre a veces con el buey, en una disciplina
obcecada. No, no, no. El Buey también es creativo, ¡claro! Cuando ponen a
prueba su resistencia, y ve él que su resistencia fundamental es que es
servicial, que “sirve para” lo que sea, busca condiciones de solución. Y esto
es importante. Es como cuando un odontólogo busca la forma de resistirse de
extraer un molar que parece que no tiene futuro, que parece que… no se sabe,
pero que todavía sirve. Se le ocurre al odontólogo, en tiempos de resistencia,
se le ocurre la manera y la forma de creativizar. Y entonces encontrará una
forma cuidadosa, perseverante y aunque sea larga, exitosa, para salvar ese
molar que en otro momento fácilmente hubiera sido la extracción y ¡a otra cosa
mariposa! ¡Es un ejemplo!, ¡es un ejemplo! Pero igual nos vale para un negocio
que para un trabajo o para una dedicación de cualquier tipo. Si nos ha salido
este ejemplo es porque… ya saben nuestra tendencia a la odontoestomatología por
razones personales, ambientales y afectivas recordando a Curto, ese gran
odontoestomatólogo que seguramente nos estará escuchando desde la República
Oriental del Uruguay, al que le mandamos un cariñoso abrazo.
Y sí, sí,
sí, la Perseverancia trae Ventura… Y fíjense, hemos dicho que el Buey resiste,
su resistencia se convierte en servicio, hay que tener cuidado de no abusar de
él, su servicio y su resistencia debido a la opción creativa, porque si hay
alguien perseverante es el Buey. Entonces es un año en el que se nos brinda la
posibilidad de ser PERSEVERANTES ¡en nuestros ideales!, en nuestros proyectos.
Y como dice el I-Ching: “La perseverancia
trae ventura…”
Entonces
hagamos un recordatorio: Resistencia, Servicio, Creatividad, Perseverancia,
Ventura… Cinco cualidades que adornan el año, el Año del Buey.
Estamos en
este tiempo en el que podemos y debemos, con esas cinco características que de
momento han aflorado, en este Año del Buey… Y recordamos que es un año para
toda la humanidad, es un año posibilitante para la resistencia, para el
servicio, para la creatividad, dentro de esa perseverancia que va a aparecer, y
para la ventura. “La perseverancia trae ventura”.
También en
el año de este inmenso, increíble ser que es un Buey, nos recuerda este Año del
Buey que es un buen momento para ser dócil. Sí, si normalmente se hace un
ejercicio permanente de personalidad, de preponderancia, de decirse una y otra
vez que yo soy el mejor, que lo mejor es hacer esto o lo otro, si eso es lo
habitual, pues también es importante que nos demos cuenta de que quizás la
DOCILIDAD, ser dócil ante las personas que nos ayudan, que nos aprecian, que nos
dan consejos, que nos cuidan. Y sin que perdamos, no hay por qué perder la
inocencia, pero sí es un año propicio para la docilidad. Evidentemente, tenemos
que ser dóciles ante quienes sabemos que nos socorren, nos auxilian, nos
cuidan. Y en consecuencia, sabremos –y eso sí lo sabrá hacer bien el Buey
Metal-, sabremos dejarnos aconsejar por quién creemos que en él reside esa
posibilidad. El buey sabe bien cuál es la voz y el tono del amo que le aprecia,
que le cuida, y en consecuencia, lo que puede parecer en el mundo actual, ser
dócil, un desatino puesto que el hedonismo y la egolatría están demandando una
y otra vez ¿no? Pues en el Año del Buey nos dicen que seamos un poco dóciles.
Al decir “un poco dócil” lo decimos a sabiendas de la dificultad de ser dócil
hoy, en el siglo XXI. Pero sabemos que el Cielo se nos presenta bajo esa
opción, bajo esa posibilidad.
Fíjense,
llevamos LA RESISTENCIA, EL SERVICIO, cuidado con abusar de nuestra resistencia
y nuestro servicio, LA DOCILIDAD, LA PERSEVERANCIA, LA VENTURA que eso nos da.
Características que hoy por hoy pueden parecer difíciles de mantener.
Pero lo
importante es saber… y esto es casi, bueno “casi” no, es una cuestión de creencia,
es darse cuenta de que este horóscopo hoy, el Buey de Metal –sea cual sea el
del año…-, lo que nos dice en estas características que hoy estamos reseñando
del Buey, lo que nos dice es que tendremos una ayuda especial, una
conflagración, una confabulación de universo para que estas características se
puedan dar. Entonces ya que nos dan a conocer cuáles son esas características…
No confía la
Creación solamente que nosotros seamos capaces de hacerlo o que sean capaces de
hacerlo los que nacieron en el Año del Buey, ¡no!, no. Nos dan esta versión
para decirnos que “es propicio” atravesar el gran torrente… Como hizo en
principio el Buey, y por habilidad de la Rata, llegó ésta primero.
“ES PROPICIO
ATRAVESAR EL GRAN TORRENTE”… ¿Y esto qué significa? Significa que la
aspiración, la aspiración fundamental que confluye en el animal del año viene
dado, viene dado por la creencia de que VAMOS A TENER UNA AYUDA –más que
supletoria- INVISIBLE pero tenemos que tener la creencia de que esa ayuda está
ahí. Y les voy a poner un ejemplo muy significativo, ya que decimos según el
I-Ching que “será propicio atravesar el gran torrente”, ¡y vaya!, si no es por
el buey, nadie atraviesa el gran torrente… Él fue el que marcó la pauta, ¿mmm?
No podemos por menos recordar a Lao Tsé o Li Ar, Lao Tsé, más conocido como “El
Viejo Anciano de las Orejas de la Flor de Ciruelo”, y que nos dejó de legado
–nos dejó de legado- su famoso Tao Te King. Y si recordamos la
historia-leyenda, él partió a lomos del ¡buey…! ¡Ah!, a lomos del buey. Sí, no
se fue andando. Partió a lomos del buey. Y siempre que representamos a la
figura de Lao Tsé lo vemos a lomos del buey, como es la portada de uno de los
textos que escribimos hace muchos años. Esto significa que hay una condición
espiritual en el buey, que está ligada íntimamente, en este caso al I-Ching
porque “atravesar el gran torrente será propicio”… Que es como atravesar el
gran torrente y llegar al Palacio de Jade es cambiar nuestra consciencia,
nuestra consciencia de servicio, nuestra consciencia de resistencia, nuestra
consciencia de perseverancia, nuestra consciencia de entrega.
-¡Ah…! Ah, ah…
Es fácil
pensar y, de hecho, lo verán en la mayoría de los textos, que el buey no tiene
espiritual, que es simplemente un objeto de carga y de entrega y dedicación.
No. No, no, no, no… Es perseverantemente, por su perseverancia, su servicio, su
resistencia y su entrega. Conoce muy bien la naturaleza de su presencia y su
estar, y cuando recibe el llamado –como fue en el principio- para acudir al
Palacio de Jade acude a consciencia de que va a entrar a formar parte de una
constelación de acontecimientos universal.
Así que es
un tiempo de rumear, como rumiante, la idea de que toda nuestra naturaleza de
materialidad va a entrar en un espacio, o puede entrar en un espacio, o existe
la posibilitancia de que entre en un espacio de… sabiduría, ¡sabiduría!,
¡sabiduría!, y de espiritualidad. Una espiritualidad que, curiosamente, va a
ser una espiritualidad del día a día, sí, del día a día que no deja de hacer ni
un solo peldaño de su acción sin el apoyo permanente y diario de su entusiasmo,
su dedicación y su perseverancia. Esto es importantísimo, ¡importantísimo! Es
decir, gravitamos sobre un tiempo en el que vamos a vernos facilitados por que
la sabiduría del buey permite la expectativa de DESPERTAR A UNA ESPIRITUALIDAD
COTIDIANA. Esto es muy importante.
Todo es muy
importante, qué duda cabe, pero esta situación nos hace entrar en otras
dimensiones que parten desde el Principio de la creación de los horóscopos con
toda sus fantasías y todas sus imaginaciones. Claro. Pero… pero ya sabemos que
las fantasías e imaginaciones, desde la óptica china, y la realidad son casi
una misma cosa. A diferencia de lo que ocurre en occidente.
Y vamos a ir
culminando, aunque cualquier elemento del horóscopo siempre nos abduce y nos
lleva… pues nos llevaría muchos libros, mucho hacer y mucho acontecer. Pero sí
decir que en el año del Buey del Metal, esa perseverancia que hemos relatado,
esa perseverancia que hemos relatado nos parece especialmente significativa
para, para que seamos ejemplo. Ay, qué importante es esto. Sí, importantísimo.
Sí, si albergamos nuestra creencia –como decíamos antes- de esa resistencia, de
ese servicio, de esa perseverancia, de esa docilidad –bueno y todo lo demás, no
vamos a repetirnos- debemos darnos cuenta de que el universo del buey nos llama
para que seamos SERVIRDORES REFERENCIALES, SERVIDORES EJEMPLARES. Sí, dentro de
la magnitud del buey, de su estructura, de su capacidad de servicio callada y
perseverante, que no exige y demanda nada, sí dándose o no dándose cuenta pero
sí ejercitándose cada día como una novedad de ejercicio, nos proponemos a saber
que vamos a tener el aliento y la Fuerza de la Creación para ser verdaderamente
motivo de referencia, motivo de ejemplo. Y no es la idea ser un ejemplo: “Me voy a esforzar por ser un ejemplo”. No.
La idea es ser quién soy, y en la medida en que soy quien soy y soy
consecuente, resistente, perseverante, servidor, en esa medida, seré un
ejemplo.
Entonces qué
mejor, qué mejor servicio podemos hacernos a nosotros mismos y a los demás si
somos un motivo de referencia para creernos más, para querernos más, para
colaborarnos más… Y aquí viene otro elemento que no quiero olvidar, porque si
hay algo que nos llama en este año, por muy difícil que sea y que parezca, es
LA COLABORACIÓN. Sí, el Buey es colaborante, colabora; colabora en las peores
circunstancias, colabora y cree en sus logros, cree en lo que consigue.
Entonces si nosotros, ustedes, todos, somos colaborantes y perseverantes en lo
que hacemos, estaremos en condiciones de abandonar esa excesiva individualidad
y ser colaborantes activos de una posibilitancia que el Cielo nos da, que la
Creación nos ofrece como ayuda ejemplar para que cada uno en su dimensión sea
un buey de servicio, un buey perseverante, un buey de espiritualidad constante,
un buey de ideales, un buey que, por cierto, DISFRUTA EN SU HACER Y NO SE QUEJA
DE SUS DIFICULTADES.
Y nos
paramos ya porque si no, nunca terminaremos y ya la hora nos aprieta mucho por
otro programa.
Gracias por
haber estado con nosotros. Esperamos haber dado una visión, así, pirática
rápida, de este Año Nuevo que empieza mañana de el Año Nuevo del Buey,
bienvenido.
Gracias. [1]Saludos
cordiales. Y gracias al equipo técnico.
[1] Se
despide juntando las manos en forma de plegaria frente a los labios y luego
abriéndolas a los lados.
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