AÑO DEL  BUEY 

                                             o  BÚFALO  DE  METAL  YIN

                      


NIU 2


Según el diccionario (*) nos dice que significa Ganado vacuno, toro, buey, vaca. En la Astronomía China, es la 9a de las 28 Mansiones, que comprende las estrellas beta, alfa-1, alfa-2, pi, omicrón y rho de Capricornio.
Es un radical en sí mismo, y el diccionario etimológico (**), nos vuelve a decir que significa una vaca, un buey, un toro. El caracter original representa el animal visto desde el costado, la cabeza, los cuernos, dos piernas y la cola. Este es el caracter número 93 relacionado con los animales bovinos.


TRONCO  CELESTE 8



HSIN 1 (Wade  Giles)
XIN 1 (Pin Yin)

1999

Según el diccionario (*) quiere decir 
1. Carácter cíclico. El octavo de los Troncos Celestes.
2. Sabor acre, picante.
3. Acre, picante.
4. Aflicción, amargura, sufrimiento, dolor.


RAMA  TERRESTRE

1075

CHOU 3  (Wade Giles  y Pinyin)

Significa (*)
1. Carácter cíclico, la segunda de las ramas terrestres, que corresponde al Buey,
2. La segunda hora doble del antiguo sistema, de la 1 a las 3 de la mañana, que corresponde a la cuarta vigilia.
3. Bufón; payaso.


RADIO PIRATA AÑO DEL BUEY DE METAL. 11-02-2021

 (transcripción gentileza Loana)

J.L. Padilla: Buenas tardes señoras y señores, bienvenidos a Comunicacionestian 24h y más… bienvenidos a La Escuela Neijing, en su segunda edición del mes de febrero de Radio Pirata, ¡aquí estamos!, aquí estamos para entrar de nuevo en un nuevo tema y en una nueva situación.

Y, bueno, pues… “febrerillo loco” dicen –nunca mejor dicho-. Sí, “febrerillo loco” porque entramos en el tiempo que marca ya el día de hoy, si era jueves 11… pues el viernes es 12 y nos han dicho: “¿No será que el Año del Buey ronda…?” El Año del Buey ronda. Sí señores, el Año Nuevo Chino –nunca mejor dicho- va a empezar. Y a diferencia de otros años nuevos, 2020, 2021, etc, que no tenía ninguna característica, simplemente el número y las profecías de unos y otros, en el Año Nuevo Chino las cosas no son así, son de otra forma…

Según cuentan, el emperador del paraje celeste, del templo de jade, quiso dejar como muy claro para la humanidad que había 12 estancias que marcarían, que marcarían según los ciclos lunares, características específicas para que el humano supiera proceder adecuadamente. Para ello estableció una llamada general a los seres animados-animales del universo y les hizo que acudieran al palacio de jade. Tenían que atravesar unos ríos caudalosos y he aquí que todos se dispusieron a la llamada. Y resulta que la Rata, no buena nadadora y, por cierto, por entonces muy amiga del gato, conciliaron –ambos- en pedirle al Buey si no le sería de mucha molestia que viajaran a la llamada del emperador encima de su grupa, puesto que él no tendría dificultades para atravesar el río y, en cambio, ellos difícil les resultaba nadar. El Buey, en su bondad innata, dijo que no había ningún problema. Pero he aquí que cuando estaban ya atravesando el caudaloso río, la Rata en una rápida maniobra expulsó y empujó hacia el agua al gato. Desde entonces la enemistad entre unos y otros se mantiene –así cuenta la Tradición-. Y al llegar a la otra orilla la Rata –obviamente- hábil, saltó de la grupa del Buey, dándole gracias y corrió y fue la primera en llegar. Justo el año que acaba de pasar, la primera. Y después, el bueno del Buey alcanzó el segundo lugar. Y así fueron llegando unos y otros hasta completar el ciclo.

Y así quedó establecido que según las características de cada uno, así iban a ser las influencias que iban a gravitar sobre el ser, sobre los seres. Y esto es importante aclararlo. Es decir que cuando se entra en un “año horoscopal chino” lo que nos quiere decir es que en ese tiempo, como si fuera un oráculo del I-Ching –salvando las distancias-, quiere decir que en ese tiempo va a haber unas características favorables ¡para!... esto, esto, esto y aquello. De hecho, tanto es así que todavía, por supuesto, en la República Popular China, según el año en el que se entre, así las parejas deciden tener hijos o no en ese año, pensando que ese año será de bondades, de buenas suertes, de saludes, de negocios, etc.

Es decir que lo que queremos decir es que si bien cada ser que nazca en el año del buey, y ahora es su año, va a tener una especial relevancia en sus capacidades y funciones, no es menos cierto que todas las influencias que supone la Creación en este tiempo del Buey-Metal… Porque cada animal emblemático viene acompañado de uno de los… o de las características de uno de los Reinos, en este caso el Metal, con lo que supone el metal de contundencia, de fijación, pero también de otras cosas, ¡también de otras cosas!

Entonces lo primero que hay que saber es que sobre todos, ¡sobre todos!, seamos del signo astrológico que seamos, sobre todos gravita un mundo de posibilidades que ahora vamos a evaluar y valorar, sobre todos. Qué duda cabe que a algunos les será más fácil, como a aquellos que nacieron en los años del Buey, y les sea más difícil a los que nacieron en el año del Mono, por ejemplo. Bien, sí. Pero si sabemos qué características… Es como decir que si sabemos que mañana va a hacer buen tiempo, podemos promover un encuentro al aire libre, pero si sabemos que mañana va a hacer viento y frío pues cambiamos nuestros planes ¿no?, y nos cobijamos. Valga esta comparación simple y muy sencilla ¿no? Pero no olvidar eso, porque muchas veces se interpreta que el Año del Buey es un año para los que son bueyes y los demás, bueno, los demás a pelearse, los que sean favorables como los que no sean favorables. No, no. Ese concepto al menos nosotros no lo manejamos y no creemos que sea el adecuado, puesto que, como dice la Tradición –que les hemos contado al principio- se trata de marcar hitos de figuras, de actividades, de movimientos, en los que se es posible o es posible que las posibilidades –¡las posibilidades!- que se tengan sean de una determinada frecuencia o de un determinado valor.

Y nos vamos en consecuencia, una vez aclarado esto, sabiendo que todos somos bueyes, como todos fuimos ratas, y así sucesivamente… con nuestra característica individual por supuesto. Veamos qué dice el año del Buey.

El Año del Buey nos incita sobre todo… Y vamos a hacer un análisis acorde con el momento que estamos. Es decir, creo que sería un análisis ficticio hablar solamente de las virtudes del buey, ¿no?, porque entonces no entraríamos dentro de las posibilidades de que algunas de sus características tuvieran capacidad para aplicarse. Tenemos que tener cuidado a la hora de analizar un Nuevo Año Chino, que debe de acoplarse y ajustarse a la situación en la que estamos ¿no? Y la situación en la que estamos no la vamos a describir porque es menester y natural de todos.

Entonces ¿qué aporta el Año del Buey a esta situación actual? Pues lo primero que aporta es LA RESISTENCIA. Sí señores, la resistencia. Va a ser un año en que vamos a ser capaces, como posibilidad, de resistir. Resistir… sería un tópico decir “las oleadas” pero las oleadas del poder; si después lo queremos relacionar con la pandemia ¡pues vale! Pero es importante saber resistir. Claro, porque si no se sabe resistir, la resistencia se hace pobre, limitante, aparece el dolor, el sufrimiento, la enfermedad, y fácilmente somos manejables.

Punto muy importante: resistir y aguantar lo que, bueno, estamos aguantando desde hace más de un año, y lo que vendrá.

Pero con una característica, es un año del Buey Metal y la resistencia del Buey Metal tiene también sus… no límites sino que el abuso no es bien tolerado, no. Cuando el Buey Metal se siente abusado por su resistencia y nota que abusan de él, se vuelve en contra de una manera poderosa, potente. No es el mejor momento para desafiar la resistencia del buey, cuando éste pierde su perseverancia, su constancia, su disciplina, embiste sobre todo lo que encuentra. Cuando ve que han sido usados sus fuerzas y sus resistencias para abusar, cuando le han puesto más carga de la debida por ahorrar, cuando no le dan el suficiente alimento para tener más recursos, etc, el buey aguanta, resiste, con una causa justa. Pero cuando la causa no es justa, el buey se hace imprevisible. Y lo que era –como es- un ser pacífico, cordial, activo, se convierte en un ser violento, fuerte, resistente, pero con decisiones ya muy marcadas.

En consecuencia, tengamos cuidado con este tiempo en el que nos toca resistir y que nos es favorable resistir porque el buey nos da esa posibilidad para que resistamos. Es fundamental.

Y una característica importante –continuando con el horóscopo chino- es que esa resistencia, que era la primera característica, con la advertencia de que no se abuse de ella porque puede provocar una tormenta exagerada. Esa resistencia está marcada por el SERVICIO. Sí, como les he dicho, tratamos de aunar las características del Buey con el tiempo en el que estamos. Y si hay alguien que preste servicio con disciplina, con entrega, con decisión, ése es el Buey.

Entonces, si somos resistentes y resistimos pero lo hacemos con la virtud del servicio, entonces –y es una posibilidad que ofrece este año del Buey- estaremos en condiciones de sacar creatividades, posibilidades y recursos para dar medios, dar opciones, y no cerrarnos como ocurre a veces con el buey, en una disciplina obcecada. No, no, no. El Buey también es creativo, ¡claro! Cuando ponen a prueba su resistencia, y ve él que su resistencia fundamental es que es servicial, que “sirve para” lo que sea, busca condiciones de solución. Y esto es importante. Es como cuando un odontólogo busca la forma de resistirse de extraer un molar que parece que no tiene futuro, que parece que… no se sabe, pero que todavía sirve. Se le ocurre al odontólogo, en tiempos de resistencia, se le ocurre la manera y la forma de creativizar. Y entonces encontrará una forma cuidadosa, perseverante y aunque sea larga, exitosa, para salvar ese molar que en otro momento fácilmente hubiera sido la extracción y ¡a otra cosa mariposa! ¡Es un ejemplo!, ¡es un ejemplo! Pero igual nos vale para un negocio que para un trabajo o para una dedicación de cualquier tipo. Si nos ha salido este ejemplo es porque… ya saben nuestra tendencia a la odontoestomatología por razones personales, ambientales y afectivas recordando a Curto, ese gran odontoestomatólogo que seguramente nos estará escuchando desde la República Oriental del Uruguay, al que le mandamos un cariñoso abrazo.

Y sí, sí, sí, la Perseverancia trae Ventura… Y fíjense, hemos dicho que el Buey resiste, su resistencia se convierte en servicio, hay que tener cuidado de no abusar de él, su servicio y su resistencia debido a la opción creativa, porque si hay alguien perseverante es el Buey. Entonces es un año en el que se nos brinda la posibilidad de ser PERSEVERANTES ¡en nuestros ideales!, en nuestros proyectos. Y como dice el I-Ching: “La perseverancia trae ventura…”

Entonces hagamos un recordatorio: Resistencia, Servicio, Creatividad, Perseverancia, Ventura… Cinco cualidades que adornan el año, el Año del Buey.

Estamos en este tiempo en el que podemos y debemos, con esas cinco características que de momento han aflorado, en este Año del Buey… Y recordamos que es un año para toda la humanidad, es un año posibilitante para la resistencia, para el servicio, para la creatividad, dentro de esa perseverancia que va a aparecer, y para la ventura. “La perseverancia trae ventura”.

También en el año de este inmenso, increíble ser que es un Buey, nos recuerda este Año del Buey que es un buen momento para ser dócil. Sí, si normalmente se hace un ejercicio permanente de personalidad, de preponderancia, de decirse una y otra vez que yo soy el mejor, que lo mejor es hacer esto o lo otro, si eso es lo habitual, pues también es importante que nos demos cuenta de que quizás la DOCILIDAD, ser dócil ante las personas que nos ayudan, que nos aprecian, que nos dan consejos, que nos cuidan. Y sin que perdamos, no hay por qué perder la inocencia, pero sí es un año propicio para la docilidad. Evidentemente, tenemos que ser dóciles ante quienes sabemos que nos socorren, nos auxilian, nos cuidan. Y en consecuencia, sabremos –y eso sí lo sabrá hacer bien el Buey Metal-, sabremos dejarnos aconsejar por quién creemos que en él reside esa posibilidad. El buey sabe bien cuál es la voz y el tono del amo que le aprecia, que le cuida, y en consecuencia, lo que puede parecer en el mundo actual, ser dócil, un desatino puesto que el hedonismo y la egolatría están demandando una y otra vez ¿no? Pues en el Año del Buey nos dicen que seamos un poco dóciles. Al decir “un poco dócil” lo decimos a sabiendas de la dificultad de ser dócil hoy, en el siglo XXI. Pero sabemos que el Cielo se nos presenta bajo esa opción, bajo esa posibilidad.

Fíjense, llevamos LA RESISTENCIA, EL SERVICIO, cuidado con abusar de nuestra resistencia y nuestro servicio, LA DOCILIDAD, LA PERSEVERANCIA, LA VENTURA que eso nos da. Características que hoy por hoy pueden parecer difíciles de mantener.

Pero lo importante es saber… y esto es casi, bueno “casi” no, es una cuestión de creencia, es darse cuenta de que este horóscopo hoy, el Buey de Metal –sea cual sea el del año…-, lo que nos dice en estas características que hoy estamos reseñando del Buey, lo que nos dice es que tendremos una ayuda especial, una conflagración, una confabulación de universo para que estas características se puedan dar. Entonces ya que nos dan a conocer cuáles son esas características…

No confía la Creación solamente que nosotros seamos capaces de hacerlo o que sean capaces de hacerlo los que nacieron en el Año del Buey, ¡no!, no. Nos dan esta versión para decirnos que “es propicio” atravesar el gran torrente… Como hizo en principio el Buey, y por habilidad de la Rata, llegó ésta primero.

“ES PROPICIO ATRAVESAR EL GRAN TORRENTE”… ¿Y esto qué significa? Significa que la aspiración, la aspiración fundamental que confluye en el animal del año viene dado, viene dado por la creencia de que VAMOS A TENER UNA AYUDA –más que supletoria- INVISIBLE pero tenemos que tener la creencia de que esa ayuda está ahí. Y les voy a poner un ejemplo muy significativo, ya que decimos según el I-Ching que “será propicio atravesar el gran torrente”, ¡y vaya!, si no es por el buey, nadie atraviesa el gran torrente… Él fue el que marcó la pauta, ¿mmm? No podemos por menos recordar a Lao Tsé o Li Ar, Lao Tsé, más conocido como “El Viejo Anciano de las Orejas de la Flor de Ciruelo”, y que nos dejó de legado –nos dejó de legado- su famoso Tao Te King. Y si recordamos la historia-leyenda, él partió a lomos del ¡buey…! ¡Ah!, a lomos del buey. Sí, no se fue andando. Partió a lomos del buey. Y siempre que representamos a la figura de Lao Tsé lo vemos a lomos del buey, como es la portada de uno de los textos que escribimos hace muchos años. Esto significa que hay una condición espiritual en el buey, que está ligada íntimamente, en este caso al I-Ching porque “atravesar el gran torrente será propicio”… Que es como atravesar el gran torrente y llegar al Palacio de Jade es cambiar nuestra consciencia, nuestra consciencia de servicio, nuestra consciencia de resistencia, nuestra consciencia de perseverancia, nuestra consciencia de entrega.

-¡Ah…! Ah, ah…

Es fácil pensar y, de hecho, lo verán en la mayoría de los textos, que el buey no tiene espiritual, que es simplemente un objeto de carga y de entrega y dedicación. No. No, no, no, no… Es perseverantemente, por su perseverancia, su servicio, su resistencia y su entrega. Conoce muy bien la naturaleza de su presencia y su estar, y cuando recibe el llamado –como fue en el principio- para acudir al Palacio de Jade acude a consciencia de que va a entrar a formar parte de una constelación de acontecimientos universal.

Así que es un tiempo de rumear, como rumiante, la idea de que toda nuestra naturaleza de materialidad va a entrar en un espacio, o puede entrar en un espacio, o existe la posibilitancia de que entre en un espacio de… sabiduría, ¡sabiduría!, ¡sabiduría!, y de espiritualidad. Una espiritualidad que, curiosamente, va a ser una espiritualidad del día a día, sí, del día a día que no deja de hacer ni un solo peldaño de su acción sin el apoyo permanente y diario de su entusiasmo, su dedicación y su perseverancia. Esto es importantísimo, ¡importantísimo! Es decir, gravitamos sobre un tiempo en el que vamos a vernos facilitados por que la sabiduría del buey permite la expectativa de DESPERTAR A UNA ESPIRITUALIDAD COTIDIANA. Esto es muy importante.

Todo es muy importante, qué duda cabe, pero esta situación nos hace entrar en otras dimensiones que parten desde el Principio de la creación de los horóscopos con toda sus fantasías y todas sus imaginaciones. Claro. Pero… pero ya sabemos que las fantasías e imaginaciones, desde la óptica china, y la realidad son casi una misma cosa. A diferencia de lo que ocurre en occidente.

Y vamos a ir culminando, aunque cualquier elemento del horóscopo siempre nos abduce y nos lleva… pues nos llevaría muchos libros, mucho hacer y mucho acontecer. Pero sí decir que en el año del Buey del Metal, esa perseverancia que hemos relatado, esa perseverancia que hemos relatado nos parece especialmente significativa para, para que seamos ejemplo. Ay, qué importante es esto. Sí, importantísimo. Sí, si albergamos nuestra creencia –como decíamos antes- de esa resistencia, de ese servicio, de esa perseverancia, de esa docilidad –bueno y todo lo demás, no vamos a repetirnos- debemos darnos cuenta de que el universo del buey nos llama para que seamos SERVIRDORES REFERENCIALES, SERVIDORES EJEMPLARES. Sí, dentro de la magnitud del buey, de su estructura, de su capacidad de servicio callada y perseverante, que no exige y demanda nada, sí dándose o no dándose cuenta pero sí ejercitándose cada día como una novedad de ejercicio, nos proponemos a saber que vamos a tener el aliento y la Fuerza de la Creación para ser verdaderamente motivo de referencia, motivo de ejemplo. Y no es la idea ser un ejemplo: “Me voy a esforzar por ser un ejemplo”. No. La idea es ser quién soy, y en la medida en que soy quien soy y soy consecuente, resistente, perseverante, servidor, en esa medida, seré un ejemplo.

Entonces qué mejor, qué mejor servicio podemos hacernos a nosotros mismos y a los demás si somos un motivo de referencia para creernos más, para querernos más, para colaborarnos más… Y aquí viene otro elemento que no quiero olvidar, porque si hay algo que nos llama en este año, por muy difícil que sea y que parezca, es LA COLABORACIÓN. Sí, el Buey es colaborante, colabora; colabora en las peores circunstancias, colabora y cree en sus logros, cree en lo que consigue. Entonces si nosotros, ustedes, todos, somos colaborantes y perseverantes en lo que hacemos, estaremos en condiciones de abandonar esa excesiva individualidad y ser colaborantes activos de una posibilitancia que el Cielo nos da, que la Creación nos ofrece como ayuda ejemplar para que cada uno en su dimensión sea un buey de servicio, un buey perseverante, un buey de espiritualidad constante, un buey de ideales, un buey que, por cierto, DISFRUTA EN SU HACER Y NO SE QUEJA DE SUS DIFICULTADES.

Y nos paramos ya porque si no, nunca terminaremos y ya la hora nos aprieta mucho por otro programa.

Gracias por haber estado con nosotros. Esperamos haber dado una visión, así, pirática rápida, de este Año Nuevo que empieza mañana de el Año Nuevo del Buey, bienvenido.

Gracias. [1]Saludos cordiales. Y gracias al equipo técnico.



[1] Se despide juntando las manos en forma de plegaria frente a los labios y luego abriéndolas a los lados.





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