HEXAGRAMA 35
ESCAQUE 59 del AJEDREZ ORACULAR J. L. Padilla
“EL PROGRESO COTIDIANO”
“La trascendencia del instante”
CHIN 4 [JIN] según el Diccionario Español para La Lengua China significa avanzar, progresar, subir, crecer, ser elevado a una dignidad. Nombre de 35° hexagrama del Libro de los Cambios que significa expansión progresiva. Históricamente es el nombre del principado de Chin, que ocupaba la mayor parte del Shansi y parte del actual Hopei (Dinastía Chou), fue destruída el 403 AC. Nombre monosilábico de la Provincia de Shansi. También nos dice que es el nombre de dos Dinastías :a) Dinastía Chin (265 – 420) dividida en dos períodos: los Chin occidentales (265 – 316) y los Chin orientales ( 310 – 420), y la Dinastía de los Chin posteriores (936 – 947)
El radical de este ideograma es JIH que significa sol, día. También nos dice el diccionario etimológico Wieger que significa para aumentar, crecer, un nombre propio. Es el radical 72 de los caracteres relacionados con el sol y con el tiempo.
El ideograma en su evolución nos da la idea de ese avance paulatino, como el avance del sol a lo largo del día y del tiempo, pero referido a ese avance progresivo hacia el día, hacia la luz, y de ahí su significado también de ser elevado a una dignidad, como progreso.
Progresar también significa avanzar.
Es el momento de usar las buenas ideas para ayudar a los demás.
La comunicación también es importante durante este tiempo de progreso cotidiano.
Trigrama Superior: Li, Lo Adherente, La luminosidad del Fuego.
Trigrama Inferior: K’un, La Receptividad de la Tierra.
HEXAGRAMA ORACULAR
Trigramas que componen este hexagrama:
Trigrama Superior: Li, Lo Adherente, La luminosidad del Fuego.
Trigrama Inferior: K’un, La Receptividad de la Tierra.
El hexagrama representa al Sol que asciende sobre la Tierra. Nos da la imagen de progreso, que se evidencia en esa expansión y ascenso creciente de la claridad, de lo luminoso sobre lo receptivo de la tierra.
Está la idea en la imagen del amanecer. Como consecuencia, todo crece, brota, florece y madura. Es un momento energético especial, donde el crecimiento de la luz es evidente.
Humildad y perseverancia son necesarias, incluso en un momento de progreso.
RADIO PIRATA PROGRESO COTIDIANO
TRASCENDENCIA DEL INSTANTE. 30-09-2018
J. L. Padilla: Buenas tardes señoras y señores,
bienvenidos a Radio Pirata en su décima… entrega. Sí, aquí estamos, en un
ambiente completamente distinto porque los piratas ya hemos arribado en base a
un progreso, un progreso cotidiano, y en base a la trascendencia del instante.
Sí, Radio Pirata Oráculo hoy. Radio Pirata Oráculo y no se lo pierdan porque
estamos simultáneamente porque, a la vez, acaba de salir nuestro Youtube
semanal. Lo van a tener difícil… Multipantalla, pontan multipantalla por una
parte, por un oído escuchan el Youtube y por el otro oído escuchan nuestra
Radio Pirata.
Es la décima
entrega, así que hemos batido un récord, un récord de Radios Piratas. Además,
ha dado la casualidad, la coincidencia de que cuando hemos llegado al estudio
estaba ocupado. Estaba ocupado por otro programa… ¡Tres simultaneidades! Por
otro programa que como ha cambiado de horario, pues habían ocupado nuestro
espacio… “Longevidad con salud”, que se está emitiendo ahora mismo, ¿no? Por
radio, no por televisión y radio como estamos nosotros. Pero se está emitiendo
ahora mismo longevas, Longevidad con Salud. Entonces, como pirata ¿qué he
dicho? O: “¡al abordaje!, y me quedo
con…” No. Entonces yo, prudentemente, he dicho: “Me voy, me voy, me voy…” Porque, además, me han dicho que en el
mar de Teruel también hay piratería y que no nos van a permitir que estemos
allí. Y, claro, cuando me han nombrado ya el mar de Teruel… Y yo no lo tenía,
¡no lo tenía en mi escala!
-El mar de Teruel… A ver si vas a
ocupar nuestro mar o qué.
-No, no, no… Yo no… no…
Y entonces, bueno, pues estamos en otro… marco. Y este
otro marco nos faculta para, además de celebrar estas diez
emisiones de
Radio Pirata… Bueno, no pretendíamos batir récord ni batir nada… Todo empezó
con la broma del 1, 2 y 3, al principio de septiembre –para los que hayan
seguido toda la piratería nuestra-. Y luego se fue complicando, mejor dicho
“complejizando” y ayer tuvimos un excelente Radio Pirata del Exterior, de
Esteriores con entrevistas, con vistas… Sobre todo, para los que han pasado por
Tian y conocen un poco.
Y, bueno,
nuestro otro momento culminante es que hoy es 30 de septiembre, el último día
de septiembre, y estamos bajo ese oráculo: el progreso cotidiano. Si usted no
ha progresado hoy, todavía tiene tiempo para hacerlo. Pero lo que es más
importante, usted, ustedes, pueden progresar a partir de aquí a mañana, y
mañana…
Es cierto que parece que estamos en… una
tómbola de ésas de feria, ¿no?, en el que los caballitos dan vueltas, ¿verdad?,
los caballitos dan vueltas. Pero a la vez estamos en la astrofísica quántica
que nos lleva a la simultaneidad de los procesos, que es donde estamos hoy
precisamente. Youtube, Longevidad con Salud, 30 de septiembre, oráculo, Radio
Pirata, diez programas… Todo a la vez hoy, ¡hoy! Y, simultáneamente, ustedes
pueden estar ahí, en unas cosas y otras. Esto es realmente impresionante. Debe
de significar algo. Debe de significar algo, seguro que sí, y a lo mejor vamos
descubriendo algo de lo que significa toda esta simultaneidad. Porque, además,
en ese progreso cotidiano, mañana, mañana día 1 de octubre, empezamos la…
digamos, la ritmología del curso ¡diferente!, ¡distinto!, que comienza en Tian
para los colegas que habitan cotidianamente en el Ideograma; y con muchas
sospresas. Y comienza mañana. Mañana empieza, así, como quien no quiere la
cosa, con Cinematian porque mañana es el día de limpieza pero por la tarde
Cinematian ya va a dar pistas acerca de… Y ha pasado el progreso cotidiano.
Vamos a poneren práctica
ese progreso cotidiano. Que también ha servido en alguna medida de reflexión en
torno al sentido orante de esta mañana, día domingo.
Bueno,
estamos un poco pffff… desbordados, como si hubiéramos abierto una botella de
champán o un Sprite, o una Casera, depende de cuál sea el nivel adquisitivo de
cada uno.
Lo cierto es
que estamos en ese momento en el que la trascendencia del instante se nos
antoja como el momento más complejo, ciertamente. Sí, y ciertamente es el más
complejo porque es el… cómo coger y trascendentalizar, es decir darle un
sentido universal a mi actividad individual.
[1]Hay que tomar… un té rouge para poder
pasar el trago.
Sí porque
podemos pensar que todo lo que hacemos diariamente es:
-Bueno, aquí vamos… tirando…
haciendo… como siempre.
[2]Dtttch, dtttch, dtttch… A partir de la
escucha de este décimo programa –que significa “lo perfecto” como numerología
china, para los que les gusten esos aspectos-, bueno, es una encrucijada vital,
¡una encrucijada vital!, que nos lleva a ese cambio de dimensión. La mayoría de
ustedes habrán vivido algún momento trascendental pero no porque hayan
trascendido alguna realidad cotidiana… ¡que también puede ser, por supuesto!
Pero la mayoría han vivido una serie de situaciones y de acontecimientos
puntuales que se han juntado en un determinado momento, o han escuchado algo o han
leído algo que ha hecho trascender su cotidianidad y se han mostrado y se han
cambiado. Dice: -Aquello me cambió. Aquel paisaje… el
encuentro con aquella persona… No sé, sentí una cosa distinta y… No sé qué
pasó.
Entran…
Bueno, nos entrar diaria y cotidianamente informaciones que no somos capaces de
tabular, se acumulan en el inconsciente –por eso es inconsciente,
subconsciente-. Pero algunas cosas entran sin que nosotros hayamos dado
permiso, sin que nosotros hayamos dicho “sí” o “no” pero ¡plap!... ¿Qué pasó?
¿Qué ocurrió? Nos llama la atención. Y nos llama la atención porque no hemos
tenido ocasión de seleccionar o no. Pero eso que ocurrió, eso que nos ocurrió
notamos que ha modificado nuestros patrones o algún patrón, sin que haya pasado
por el filtro de mi inteligencia, de mi razón ni de mi lógica, ¿no? Y creo que
todos los que tengan mediana edad habrán vivido algún momento, algún instante,
que se mantiene y que continúa y se hace –lo que decimos- “inolvidable”.
Lo cierto es
que ya sabemos que hay aconteceres en nuestro vivir que trascienden. Y ese
verso, ese… cantante, esa imagen, nos ha blblblb… nos ha dado la vuelta. Y eso…
¡hecho!, visto y hecho. But, pero nos tenemos que preguntar:
-Bueno, ¿y yo cómo puedo hacer el,
aparentemente, el sentido contrario –aparentemente, no el sentido contrario-?,
¿cómo puedo vivir cada cotidiano acontecer, que signifique un avance cotidiano,
pero sobre todo que trascienda?
Ahora mismo,
en este programa, estamos con ello y estamos pensando mientras estamos
hablando, pero realmente no nos da tiempo a pensar mucho, cómo hacer del
programa algo trascendente, algo al menos en nuestra sensación, que no se quede
en este estudio, en este órgano, en esta cristalera…
-Ah mira, ha cambiado de espacio, de
sitio, de tal… No, no. Que
veamos algo más allá. Lo estamos intentando con las palabras. Vamos, lo estamos
haciendo más que intentar, porque en el intento siempre puede haber un fallo,
una caída, un fracaso. Si se “hace” no la hay. Entonces haciéndolo, todo
consiste en disponerse a que cualquier hacer que vaya a ser parte de ese hacer,
ver… acomodar nuestros sentidos para percibir qué lugar ocupa en la
universalidad.
Todos nos
hemos preguntado alguna vez “quién soy”, “de dónde vengo”, “a dónde voy” y “por
qué estoy aquí”… Es una pregunta trascendente, ¿no?, un poco insulsa, en el
sentido de que no lo vamos a saber –en general, habrá excepciones por
supuesto-, pero evidentemente, una serie de factores han hecho que estemos y
que nos dediquemos a la antropología, a la antroposofía, a la paleontología o
cualquier “gía” que haya. Sí, sí, todos estamos aquí no por casualidad; no, no
estamos por casualidad. Ya, eso, en sí, es una trascendencia ¿no? Si estoy aquí
es en virtud a una necesidad. Soy parte del puzle de la vida y por eso estoy. Y
cuando no estoy es porque hace falta otra pieza, otro recambio, o tengo que
estar en otro puzle.
Lo realmente significativo es que eso que me pregunto
así, “quién soy, de dónde vengo, a dónde voy y por qué estoy aquí”, pasa permanentemente,
cada instante. Y, claro, cada cosa que haga tengo que situarla en el universo.
Fíjense bien, he dicho “en el universo”, no en la globalización –que tiene su
valor, por supuesto-. ¿Globalizadamente qué significa hablar de la
trascendencia del instante? Pues significa que lo que estamos haciendo, este
programa o cualquier otra cosa, forma parte de la necesidad del universo hasta
donde yo puedo captarlo. Y esto no me convierte en protagonista ni me convierte
en líder ni en Pope, no, no, no. Me convierte en cumplidor de deberes,
simplemente. Tampoco le quiero quitar importancia, no. Pero sí sé –esto es
importantísimo- que en la medida en que yo cumplo con mi deber, con lo que debo
hacer, facilito que otras personas lo hagan. Claro, si una persona va a subir
una montaña y yo
antes la he subido y la he dejado llena de residuos, la otra persona, cuando
suba, se va a encontrar con otra historia. Ahora, si tengo la precaución de,
mientras subo y mientras bajo, recoger cualquier residuo, la persona que vaya a
subir otra vez verá una montaña nueva totalmente para él. Esto es
importantísimo, ¿no?
Creemos
muchas veces que nuestros actos, nuestros haceres, nuestros aconteceres,
empiezan y terminan en nosotros.
-No… Si de esto no se va a enterar
nadie.
¿Que no se
va a enterar nadie? Sí. Quizás no se va a enterar a nivel de consciencia pero
ese ocultamiento, esa trampa, ese… ese no estar de acuerdo con tu sentir va a
repercutir porque no vas a actuar como deberías actuar, sino que actúas de otra
forma, condicionado por esa rabia, esa mentira, por ese ocultamiento, por ese
desespero, por lo que sea. Y aparentemente lo llevas más o menos bien pero no,
no, no les llega a los demás eso. Entonces al dejar de cumplir tu propia
misión, impides la realización y la misión de otros.
Ahí tenemos
una realización inmediata, ¿no? Si yo no cumplo mi deber paternal, según los
criterios que cada uno tenga, pues evidentemente, estaré limitando las
posibilidades del desarrollo del hijo. Porque el hijo tiene como referencia a
su padre, a su madre, pero lo que a mi respecta, como padre, si no cumplo
–según el criterio personal-, pues estoy incomodando. Ahora, si cumplo la parte
que a mi me corresponde para el desarrollo de ese criaturo o criatura, se va a
ver satisfecha y voy a colaborar en.
Evidentemente, todos necesitamos los miles de millones
de elementos colaborativos para poder cumplir nuestra función. Pero, de
entrada, nosotros también somos parte de esos miles de millones de elementos
colaborativos para que los demás
cumplan sus funciones. O sea, ahí tenemos ya un acto trascendente, ¿no? Si yo
miento en mi relato, pues evidentemente estoy entorpeciendo el transcurrir
libre de lo que acontece. Claro, estoy dando otra versión a la otra persona, y
la otra persona reacciona en base a lo que yo le digo, en base a una mentira.
Como ocurre en el mundo actual. En el mundo actual, las personas habitualmente
mienten y, claro, la respuesta de cada uno va en razón a lo que se cree cada
uno que es. Después, poco a poco, en la medida en que se van descubriendo las
mentiras, ¿qué pasa? Que la desconfianza va creciendo. Y en la medida en que
crece la desconfianza, no es posible generar confianza, ni autoconfianza ni
confianza mediata, inmediata o general. Con lo cual, estamos en un problema, “Aquí Huston…” Sí, estamos en un
problema porque, dadas las condiciones en que hemos establecido las relaciones,
sobre monumentos falsos, sobre criterios erróneos, nuestro comportamiento no
sea adecuado a nuestras capacidades y no hemos dado la respuesta que deberíamos
dar.
Realmente,
cuando podemos decir:
-¿Pero yo soy quien soy?
-Pues no del todo. No del todo.
Habrá
excepciones, por supuesto.
Pero la
posibilidad de ser quien soy viene dada por la honestidad, la honradez y el
papel que creo que debo jugar en determinadas cosas.
Y volviendo al padre y al hijo, cuántas veces, les
habrá pasado a los que tienen hijos, que han tenido que tener un comportamiento
muy extraño para el hijo porque le hemos dicho que no va a hacer esto, le hemos
dicho que debe comer lo que hay, qu eno puede elegir… O sea, le hemos ido –no
me gusta mucho la palabra- “educando” de alguna manera. Y, claro, al niño, al
hijo no le gusta. Luego, con el paso del tiempo,
reconocerá
que algunas de las cosas que le dijimos o que hicimos fueron liberadoras, si
fue así. Pero claro no nos gusta. Y nos “obligaron” –entre comillas- a leer y a
escribir porque salvo excepciones, suele ser obligatorio. No nos buscan el lado
bello de saber leer y escribir, no. Todavía existen cientos de millones de
personas, sobre todo niñas, que no tienen acceso a esa posibilidad.
Si nos
moviéramos instintualmente según nuestro egoísmo, pues todos seríamos esclavos
de los otros y nos devoraríamos. En cierta medida, algo de eso está ocurriendo.
Pero muchas veces ocurren cosas, como dice el refrán que “No hay mal que por bien no venga”, que nos abren la puerta de
otras perspectivas. Y al principio, aquello que considerábamos terrible, con el
paso del tiempo, de un instante, de un segundo, de un sueño, se nos hace
liberador. Qué bueno, ¿no? Esos son los momentos que a veces nos trascienden
por haber vivido, decidido o hecho tal o cual cosa. ¡Y los que nos permiten
también rectificar! Sí porque en esa defensa de mi identidad, cada uno trata de
mantener unos criterios y unas cosas rígidas y duras, habitualmente. Y
corregir, aunque se dice que “corregir es
de sabios, rectificar es de sabios”, parece ser que la sabiduría no
interesa mucho, no. Entonces:
-¿Rectificar?, ¿yo? ¿Después de haber
hecho esto y aquello y lo de más allá? No voy a rectificar porque entonces
¿cómo quedo?
Pues, justo
si sabes que tienes que rectificar, quedas maravillosamente, ante ti porque has
enmendado un tropiezo, y ante quien debes quedar como… Como el niño –como
decíamos el ejemplo-, le han rectificado, le han corregido… Como el Maestro que
le ha dicho:
-No, no. Esto se escribe así, mirad
que esto… Hay que hacer la tarea…
Y el niño:
-Pues no, pues tal y cual…
Y le cojemos
un poco de rabia al maestro o a la maestra. Y al cabo de un poquito de tiempo:
-Oye, tenía razón el maestro, eh.
Tenía razón la maestra…
Claro, es
que el maestro y la maestra son profesores, son personas que… ¡saben!, como
orientarte y tú no sabes cómo orientarte porque necesitas de un orientador;
todos necesitamos de orientaciones. Es como el avión. Cuando ahora cogemos los
aviones nos parece que o creemos que el piloto va mirando y diciendo: “Pues ahora voy para la derecha, ahora voy
para la izquierda…” No, no, no. Necesita las torres de control de
diferentes espacios. Entonces esta torre de control le dice:
-Sube a 25 mil pies. Aminora la
velocidad a 800 kilómetros por hora.
Todo bien,
todo bien, todo bien. Pero llega un momento en que dice:
-Ahora pasas a la torre de control
número 2 –si aquella
era la número 1, ahora pasas a la torre de control número 2-.
-Aquí torre de control número 2,
dígame. Baja 3 mil pies y puedes aumentar la velocidad porque el viento está
así…
O sea, si no
fuera por esas referencias, por ese maestrazgo de tierra, los aviones no
podrían ir de un sitio a otro. Son imprescindibles. El piloto lo que ve son
nubes, bruma… ¡No ve nada! Ya sí ve cuando se acerca a la pista, ¿no? Esto es
un ejemplo, ¿no?
Necesitamos
una referencia. Luego, por supuesto, vamos a desarrollar nuestras propias
cualidades, pero en base a esas referencias. Igual que cuando escribimos algún
artículo o alguna cosa, ponemos alguna bibliografía, bien sea nuestra –la
nuestra propia- o bien sea otra que nos haya inducido a pensar de determinadas
cosas. Somos seres referenciales. Pero no,
aparentemente nos estamos yendo de la trascendencia del instante pero no, no
nos vamos, volvemos a ello, así, con las palabras, ¿no?
Situemos
cada pensamiento, cada sentimiento y cada acción –pensamiento, sentimiento y
acción-simultáneamente en ver qué, qué lugar ocupa en el puzle del universo, en
el puzle de la vida, qué lugar ocupa. Si vamos consiguiendo qué lugar ocupa
además de nuestro interés personal, estaremos en el camino adecuado. Y para
ello, muchas veces –por no decir siempre- necesitamos referencias que nos orienten.
Algunos leen la Biblia todos los días, otros tienen su confesor, otros tienen
su Gurú, otros tienen su Maestro, otros tienen el Corán, otros tienen sus
propios instintos. Pero somos seres referenciales, tenemos que referenciarnos
en algo para que nos oriente, porque si no, nos desorientamos. Como el avión,
si no tiene torre de control pierde el control, y tendría que bajar a espacios
visibles y en los aviones de turbo, reactores actuales no se puede viajar así,
bajito, como los de hélice, para ver:
-Ah, mira… Ahí hay un sembrado bajito
para aterrizar.
No, no se
puede hacer así ya.
Esto no
significa que seamos dependientes, que seamos esclavistas de… No. Significa que
vamos asumiendo la complejidad y asumiendo determinados parámetros que nos
permiten, por ejemplo, coger un avión e irnos a Río de Janeiro. Así, vuelo
directo. Oye, qué guay, ¿no? Entro, como, me duermo, dormito, leo, hablo… Y de
repente dicen:
-Bienvenidos… Bemvindo –casi siempre lo digo mal- a Río de Janeiro.
Y dices: “¡Guau!”
Y de repente empiezas a oler a lo que huele Río de Janeiro –no lo voy a
decir-. Y dices: “¡Guau!” No, no… Ya
es otra cosa. Ya es otra música y otra cosa… Yo tengo que adaptarme
rápidamente, ¿no? Todo eso ha sido gracias a torres de
control, que me han ido llevando y guiando hasta otro destino.
Y nosotros
somos torres de control y somos aviones a la vez, sí. Porque nuestro aporte
para decir “Sube y baja… y haz esto o lo
otro…” es fundamental para ese vuelo. Y también volamos. Y para volar
necesitamos que nos den esa información, si no, nos caemos. Cuando el ser se
declara libre en el sentido de no tener ningún contacto con nadie, solo
obedecer a su propia egolatría, claro, poco a poco desaparecen los amigos, poco
a poco el interés por el mundo va perdiéndose… Porque el verse todos los días
en el espejo y el preguntarse “¿quién es el más bonito que yo? Pues ya nos lo
decía Blancanieves:
-Pues Blancanieves…
Y entonces
uno se enfada, ¿no? Y terminamos peleandonos con todos. Eso es lo que suele
ocurrir con mucha frecuencia, ¿no?
En cambio,
si nos abrimos a los patrones de referencia que están ahí y que somos todos,
pues vamos recogiendo las semillas de lo más significativo de cada uno y las
incorporamos a nuestro hacer. Y vemos, en nuestro hacer, pensar y sentir, dónde
estamos:
-Ah, estamos aquí. Mira… éste… Por
ahí, por ahí tengo que ir. Ése es mi lugar en el puzle. Y ahí tengo que
cultivarme… porque ahí o para eso he sido creado, he sido enviado, he sido
inducido, he sido cultivado, me han dado los dones y los recursos necesarios
para cumplir mi función en ese lugar del puzle de este universo. En la medida
en que sabemos que está por ahí, que va por ahí, pues cada cosa que hacemos la
hacemos bajo ese criterio. Fantástico, ¡fantástico!
El “avance
cotidiano”, el dictamen del oráculo que va junto con “la trascendencia del
instante”, nos habla de que cada día tenemos que tener la sensación de haber
incorporado, haber incorporado algo diferente, [1]¡diferente!
–vamos… tenemos que acostumbrarnos… al lenguaje-.
Corrientemente,
como casi todos saben, entrados sin la trascendencia del instante en lo
cotidiano, si nos preguntan:
-Bueno, ¿qué avance tuviste ayer?
-¿Ayer? No… Ayer estuve en la
consulta… en el despacho… en la obra… en… No.
-¿Qué más –no en el sentido de sumar sino en el
sentido de diferente- eres de ayer a hoy?
Ayer, ¿qué…? En tu posición dentro de ese puzle, en tu relación mental afectiva
y de hacer, ¿qué hay de nuevo?
Cuando se
hace ese saludo: “¿Qué hay de nuevo?
Hola”. “¿Qué hay de nuevo?” Ése
es un avance progresivo.
Al menos… al
menos, ¡al menos!, como estrategia, tengamos un libro de cabecera nuevo, y
antes de dormir, pues leamos siete u ocho líneas. Bueno pues ya hemos
incoroporado algo nuevo, si es que no nos hemos dado cuenta de que sí hemos
incorporado algo nuevo o se ha incorporado a nosotros algo nuevo. Y eso debe
ser un avance.
Si tenemos eso presente… Y va a durar este mes; luego
vendrá otro oráculo pero ahora las condiciones de toda la vida es de avance
progresivo, aunque algunas cosas no se entiendan o nos parece que son
retroceso, y es el momento adecuado
para darle
trascendencia a cada instante en nuestro seguir. Y esto nos hace “glup”, porque
nos puede parecer que es una tarea… ¡No!
-Oh, qué difícil. ¡É muito dificile!
No, no. No
es muy difícil, es asumir la idea de quién soy, por qué vengo, por qué estoy y
qué tengo que hacer; asumirlo de verdad y actuar en consecuencia, para que
otros puedan… Porque soy referencia y soy avión a la vez. Mmmm…
Si sólo
atiendo a las demandas de otros, si sólo atiendo a mi gusto personal, nada más,
y no contemplo ese avance, y sobre todo no veo que esa experiencia, esa
vivencia me haga sentirme dentro del puzle de la vida del universo, me estoy
engañando, me estoy simplemente aprovechando de mi cuerpo, de mi cara, de mi
juventud, de mi vejez, de mi egolatría, de mi… sacándole partido para tener,
para ganar, para lograr. Qué pena, ¿no? Qué pena pero así están las cosas,
claro. Desgraciadamente, así están las cosas.
Pero no
estamos aquí para quejarnos sino que estamos aquí siempre, Radio Pirata en el
Avance Cotidiano, en la Trascendencia del Instante, en su décima entrega,
estamos aquí para aportar sugerencias, ideas, y para que ustedes, cada uno que
nos escucha y nos ve, coja este detalle o este otro. No se trata de aprenderse
todo, de escucharlo, de analizarlo… Bueno, cada uno tendrá su estilo. Pero de
incorporar como torre de control –“aquí,
torre de control”- o como avión que vuela y que escucha a torre de control,
detalles que nos puedan servir…
-Ah, mira… este detalle me gusta. Me
gusta, me gusta… Voy a preguntarme ¿cómo puedo avanzar todos los días?
Es igual que
el estudioso de un idioma y que se lo toma muy en serio y que cada día ve que…
O el
estudioso de un instrumento, una guitarra, un órgano o cualquier cosa y que ve
que cada día… “Oye… ahora ya soy capaz de
hacer este acorde. Ahora soy capaz de entender esta partitura. Antes era
incapaz de entender esos numeritos negros, no numeritos, blblblb… corcheas,
semicorcheas, fusas, semifusas… Pero ahora, después de “fa, fa, mi, mi, re, re,
do, do, do…” pues… e insistir mucho, ¿no?, pues soy capaz de leerlo y llevarlo
al teclado.”
O sea sí que hay multitud de actividades en las que
vemos el avance progresivo, el avance cotidiano. Pero no estábamos hablando de
ese tipo de avance, ¿verdad? Aunque eso está también, por supuesto. Estamos
hablando del avance como ser global, como ser que me conozco un poco y sé
cuáles son mis carencias que puedo y debo resolver, cuáles son mis aportes que
procuro esconder o no pero cumplir lo justo y lo necesario. Es insuficiente. La
vida es un acontecimiento tan extraordinario, tan impresionante, que no podemos
conformarnos con cumplir y ya está, no. Eso es racanería, eso es… uraño. No,
no, no. La vida debe ser grandiosa. Y dentro de nuestra pequeñez aspiramos a
esa grandiosidad, por eso al decir “el avance cotidiano”, hablamos de nosotros
como seres, que hoy hemos… Si habitualmente voy de prisa y alguna que otra vez
he tropezado con alguien, pues voy a ir más despacio. Y al ir más despacio, por
la calle por ejemplo, pues me doy cuenta de que hay alguien que tiene una
necesidad y me planteo si ayudarle o no. Y a lo mejor ese día le ayudo porque
no voy con prisa. Y he sido yo como unidad el que ha ayudado a esa persona o el
que ha dado esa limosna o el que… Oportunidades vamos a tener permanentemente.
Y esto es muy importante y nos da como el empaque de la trascendencia del
instante. Si nos fijamos, continuamente, tenemos demandas en el vivir para
trascender, ¡continuamente! Continuamente tenemos la oportunidad de… ganar,
ganar en el sentido de añadir algo distinto, un avance cotidiano. Continuamente!,
continuamente… hagamos lo que hagamos. O sea que no vale decir: “Bueno, voy a esperar la oportunidad a ver
cuándo es mi turno.” El turno es continuo, continuo el turno, de ti depende
el que quieras entregarte con absoluta fiabilidad o dejarlo para mañana… o para
pasado… o bueno… No. Lo pendiente reclama. Lo pendiente exclama. Lo pendiente
queda tan pendiente que no puede realizarse.
Vida, la
vida: un puzle de infinitas posibilidades que precisa de un avance cotidiano
por cada uno y de una trascendencia del instante instantaneamente. Y que
tenemos la ocasión ahora de que las condiciones que se dan, según el oráculo,
son favorables para ello.
Quizás…
quizás –ahora deduzco- ese avance progresivo de piratear 10 veces ha tenido que
ver con ello, no ha sido un interés racional y lógico, pero sí queríamos
aportar diferentes detalles. Por supuesto, desde que entró ese oráculo hemos
estado deliberadamente posicionándonos en la trascendencia de cada instante con
el rigor que ello supone y con la entrega que debe ser el pan nuestro de cada
día.
Y no se
trata de dejar de ser quienes somos sino que seamos quienes somos. Sí, seamos
quienes somos, sabiendo ser torre de control, sabiendo ser viajero
simultáneamente, y sabiendo que las cosas no se cumplen si nosotros no
cumplimos con nuestra posición en ese puzle. Tenemos que cumplir, pero cumplir
con abundancia. Y nos van a demandar continuamente. Y hoy, en este siglo XXI,
nos van a demandar más que nunca, ¡más que nunca! Sí, porque el deterioro, la
degeneración, la cercanía a la desaparición, etc, está como muy efervescente;
la guerra en general está muy activa, y las relaciones y las comunicaciones, la
economía… No, no hay faceta en la que no haya una verdadera tensión.
Entonces es
el momento de permanecer serenos. Es el momento de tener presente lo
vivencialmente liberador. Es el momento de aportar la trascendencia de cada
instante. Y es el momento de un avance cotidiano, sabiendo que nuestro avance
cotidiano es el avance cotidiano de otros, sabiendo que la trascendencia de
cada instante es hacerme cada vez más trascendente, y, en base a ello,
colaborar en la trascendencia de todo lo demás.
Esta
posición no nos va a hacer ni más ricos ni más grandes ni más importantes, no.
Nos va a hacer ser lo que somos. Como decía el Kristo: “Yo soy el que soy”. Sabía quién era. Tomando esta frase, ¿no?,
krística, podíamos buscar nuestra identidad. Una identidad, ¡ojo!, que se
renueva cada día, que no es una identidad estática: “Es que soy así…”; que es una justificación habitual.
-Es que yo soy así. Es que yo no
puedo aguantar esto. Es que no puedo soportar lo otro…
-¿O sea que no tienes ningún recurso
para cambiar, para ver otras cosas, para valorar…?
-No. Es que yo soy así ya.
-Qué pena, ¿no?
La vida no
es eso. La vida es un AMANECER, un hacer de nuevo en base a instancias amorosas
misteriosas y grandiosas.
Hasta ahí.
Sean quienes
son, con esa evolución permanente, con esa trascendencia de cada instante, con
ese avance cotidiano, y con esa simultaneidad –como han visto- de procesos en
los que nos encontramos, casualmente, hoy, aquí, en Comunicacionestian 24h y
más.
Gracias por
haber estado con nosotros en esta décima entrega de Radio Pirata. Gracias.
Preguntas y respuestas. 28-03-2013
Comunicacionestian. J.L. Padilla
Javier: “El progreso cotidiano”, “la trascendencia del instante”. ¿Podría
hablarnos de este hexagrama y de sus características en general, así como en
qué vibración estará en este año de la serpiente y de la renovación?
Maestro: Bueno, en el campo de la renovación, el propio dictamen lo dice: “el
progreso cotidiano”. Una expresión típica de la renovación es el progresar, y
una actitud adecuada para esa renovación y ese progreso es que se haga todos
los días, no que quede reservado exclusivamente a algún momento particular o a
algún día en concreto o algún mes en concreto.
Cuando nosotros dictaminamos cuál es el lema del año, en este caso, la
renovación, nos pusimos –como se suele decir- “manos a la obra”. Y los que nos
siguen, por radio, por televisión, por seminarios, se habrán dado cuenta de que
hemos renovado cantidad de cosas y seguimos haciéndolo. Y los que viven aquí,
en Tian, igualmente pueden comprobar y comprueban renovaciones desde cosas
concretas y materiales, como reestructuraciones, cambios de tecnologías, etc.
Es decir, nos hemos tomado la idea de la renovación de una manera muy
seria. Y con ese progreso cotidiano, justamente como entra este calendario
oracular, es decir “a Dios rogando y con el mazo dando” –que dice el refrán-,
en el sentido de que se tiene que concretar en esto y en esto y en esto. Otras
cosas son ideas y proyectos pero lo cierto es que no ha habido, yo creo, desde
que se inició el proceso de renovación, un momento de estabilidad o estabilización
–para ser exacto- sino que nos hemos estado renovando y seguimos. Procurando,
obviamente, que no haya ninguna ansiedad; pero es que hay mucho por hacer.
Y, dentro de nuestra buena marcha, siempre esa marcha se puede
amplificar, mejorar, practificar, institucionalizar –no como cosa fija sino
como cosa renovable diariamente-. Ese es el progreso cotidiano.
Y “la trascendencia del instante” pues está muy ligado la sentencia, la
trascendencia del instante, en el sentido de que todo aquello que hagamos por la
razón anterior de la renovación y del progreso cotidiano, tiene que tener una
referencia trascendental, es decir, tiene que estar encuadrado dentro de un
universo, dentro de una creación, dentro de una universalidad. Procuramos –y
así lo intentamos realizar-, cada vez que surge una idea, un proyecto, en este
año de la renovación, procuramos enseguida someterlo a ver qué nivel
trascendental tiene, es decir, qué posición ocupa tal o cual idea, tal o cual
proyecto, dentro no solamente de nuestra comunidad, de nuestro país, de nuestra
asociación, de nuestra escuela. No. Eso es una parte. Pero eso, ¿qué implica
eso en la universalidad?, ¿qué implica eso en la creación en la que nos
encontramos? Ah, pues ahí vemos si esa implicación es la más adecuada, es la más
necesitada, es la más… urgente. Eso es importantísimo. A eso nos referimos, o
en este aspecto interpretamos “la trascendencia del instante” apropósito de la
referencia de “la renovación”.
Y creo que eso, todo lo que hemos dicho, es factible de realizar por
cualquier persona. Y creemos firmemente que ese hacer va a ser beneficioso para
todos. Muchas gracias.
RESONADORES ORACULARES
15R Zhong Zhu "Corriente Central"
8P Jing Qu "Canal de la transmisión" "Sendero de la transmisión"
23TR Si Zhu Kong "Los acordes del bambú vacío"
10IG Shou San Li "Divina indiferencia Celeste"
37V Yin Men "Puerta de la prosperidad"
UN HAIKU
Progresas y espejas
Danzas curvadas
Luna amante de luz
Marytza