PI 4 (Wade-Giles)
RADIO PIRATA SOLIDARIDAD-COMUNIÓN. 01-09-2023
J.L
Padilla: Buenas tardes señoras y señores bienvenidos a
Comunicacionestian 24h y más, bienvenidos a Kundalini Records, bienvenidos a
nuestros estudios centrales en el ideograma viviente Tian, en la localidad de
Pozoamargo, provincia de Cuenca, España, Spain. Esto es la Escuela Neijing y
estamos en Radio Pirata, primera edición de septiembre, ¡voilá!... Ahí,
estrenando casulla, sí, señoras y señores, estrenando una casulla que no veas…
Para rescatar a cualquier náufrago que haya por ahí, pues lo vamos a rescatar
para que sepa… Y esto es otro de los presentes que hemos recibido… Esto, esta casulla
tiene doble visión, ésta es la visión más coherente con la casilla y esto es
Radio Pirata. Y agradecer a todos los que han decidido hacer este maravilloso
obsequio, porque esto es más que un obsequio, ¿no?, esto es casi una
embestidura ¿no?, de eso que buscan tanto los políticos… Esto no está muy
proporcional, vamos a ponerlo bien… Eso, ahí está mejor, así, así…Bueno, como
ven, somos capaces de hacer cualquier tontería en este programa, para eso es Radio
Pirata.
Y estamos aquí para anunciarles que, ya saben
que estamos en tiempos de la luna azul, nos han dicho ¿no? Y, efectivamente,
tiene un tono azulado, por diferentes acontecimientos bioatmosféricos, que no
tiene nada que ver el Cambio Climático ni el Calentamiento Global ni la
Ebullición Global; eso vaya de paso. Porque claro, como somos responsables de
todo a ver si vamos a ser también responsables de la luna llena azul, que
ocurre cada X tiempo y es que es la segunda luna llena del mes, etc. Todo esto
¿no?, que todos ustedes saben.
Pues ciertamente habrá que decir que, con esta
luna llena, entra el Almajake, jake al alma, con su Calendario Oracular. El
Calendario Oracular nos habla de dos palabras, el Dictamen y la Sentencia que
es “La Solidaridad” y “La Comunión”… ¡Guau, qué palabras! Son palabrotas. Es un
TE-MAZO, porque me han dicho: “Esto es un
temazo.” Entonces yo he cogido las dos palabras y he dicho “Te” de té, de
tomarse un té, de tomarse un té y coger un mazo ¿verdad?, un mazo para darnos
como humanidad en la cabeza para ver si esa palabra Sol-i… sol y… sol, sol, y
dar y dad. Qué bonito, qué bonito suena así ¿no?
El sol es solidario ¿no? El sol alumbra,
alumbra… alumbra, alumbra a todos los planetas que están a su alrededor, no
dice: “A éste le alumbraré más, a éste
alumbraré menos”. Y a nosotros nos da la justa dosis para que florezca la
vida, para que se desarrolle la diversidad, para que todo sea extraordinario,
para que no seamos ordinarios, para que seamos especialmente sol-idarios, que
seamos como el sol, que da su luz a todo aquello que esté alrededor, girando.
Entonces, si nos fijamos, cada uno de
nosotros, cada ser de humanidad, tiene en torno a sí diferentes seres, desde su
animalito de compañía, su plantita de compañía, hasta los ladrillos de su casa,
pasando por la tierra que pisa, siguiendo por el aire que respira. Tenemos
compañía, compañía continua, estamos rodeados de ese halo que, como le pasa al
sol, da, da a todos. Pues a través nuestro se mueven y somos soles. Bien está
la palabra “Eres un solete”; está
bien, está bien, es una forma solidaria ¿no?, de resaltar a una persona, a una
característica de una persona.
Pero en realidad, en realidad la solidaridad
es constituirse en sol como tal y esa solidaridad que el sol que se da a todos,
debe ser la benevolencia, la benevolencia, la bondad, la caricia, el consuelo,
el amparo… Esas palabras que habitualmente están ahí y se usan… pues cuando
parece que no hay otras ¿verdad?, y que son justamente las que nos implican
solidaridad.
Claro, claro, cuando nosotros somos la
referencia de los ladrillos, del despacho, y el despacho adquiere la categoría
de despacho de audición porque estamos aquí hablando, tenemos que cuidar
evidentemente la sala de audición, porque en ella y de ella nos servimos y ella
nos aporta la estructura, la configuración.
-Ah…
Solidaridad.
Y cuando ya entramos en contacto con nuestros…
seres de nuestra propia especie o de nuestra especie –“nuestra propia especie”
no, “de nuestra especie”- pues más aún, nos vemos con cabeza, tronco y
extremidades y nos comunicamos por esos sonidos llamadas palabras, esas
inmensas e increíbles vibraciones que son las palabras… “Y en el Principio era La Palabra, y La Palabra estaba con Dios, y nada
se hizo sin Ella.”; San Juan, Evangelio, introducción.
Pues esto… esto es algo que nos implica una
solidaria actitud ¡inevitable!, porque luego vamos a caminar por un lugar y
vamos a tener cuidado de no pisar, de no estropear una flor o una maceta o un
animal, sino que procuraremos eludirlo porque somos sol-idarios, porque están
en nuestra órbita e, igual que si viene un vehículo cercano a nosotros, nos
apartamos o se aparta él. Y así continuamente y cada vez que nuestra
consciencia se imagina esto o aquello o calculamos que vamos a hacer tal o cual
acción inmediatamente nos ponemos en atención ¿no?, nos ponemos en atención y
nos debemos poner en atención para que nos distingamos en lo que vamos a hacer
y tangamos en cuenta que somos referencia de. Igual que nuestros hijos en
pequeña instancia, cuando –como todos los niños en Francia sabían hablar
francés- pues nos miran y nos ven como su referencia y nuestra voz, nuestra
cercanía, nuestro tono, nuestra caricia, nuestro canto, nuestro invitado
preferido para ingerir alimento, y así sucesivamente van ocurriendo los
acontecimientos, vemos que estamos siendo soles, que ese bebé necesita del sol
del padre o del sol de la madre o al menos de alguno de esos soles para poder
sobrevivir. Entonces somos sol-idarios, pero no solamente de esas personas tan
cercanas sino de todo lo que necesitan esas personas cercanas para hacérselo
llegar al bebé. Pues ha tenido que haber una solidaridad para que el que
planta, el hortelano, el que lo recoge, el que lo distribuye, el que lo lleva
al mercado, el que finalmente lo compra y lo prepara y lo muele y hace el
pasapuré hasta conseguir el toque adecuado para la boca y los dientes del niño
amado. ¿Qué es eso? Un acto solidario.
Entonces nacemos, nacemos como consecuencia
solidaria de un vientre eterno de bondades como es el albergue de lo femenino,
solidario, que cuida, que mima, con la actitud y con la propia naturaleza que
se acomoda, se adiestra para que nada falte. Pero después eso seguirá y poco a
poco ese ser tierno se hará parlante, se hará caminante, se hará consciente, se
hará opinante, y empezará a expandir su luz para iluminar a otros seres que a
su alrededor están. Y los primeros van a ser los que le dieron su primera luz,
y ahora él será el que dé su luz al ver los progenitores que está sano, que
está capaz, que es “autosuficiente” –entre comillas-, que ya genera sus propias
facultades, nuevos soles. Somos soles andantes, para seguir con la palabra
“solidaria”, sol-y-dar-y-dar y dar y dar y dar, como el sol que da su luz a
todos los planetas y a todas las partículas que giran a su alrededor.
En consecuencia, debería ser –debería ser- un
acto absolutamente ¡inevitable!, el ser solidarios, ¡absolutamente inevitable! Pero
resulta que pff, la sol-idaridad en nuestra comunidad humana en muchísimos
aspectos deja mucho que desear, ¡ay! ¿Cómo puede haber tantos hambrientos,
tantos cientos de hambrientos? Reconocidos 888… no sé cómo los han contado
¿verdad?, sin reconocer más de mil millones. ¿Cómo es posible? Cuando el
alimento es abundante, cuando las sobras van a los desechos… Es fácil de
preguntarse que algo no se está haciendo bien.
Porque se fue privatizando poco a poco lo
solidario. Y aquel planeta cogió más sol y opacificó más con alguna treta la
luz que emitía ese sol hacia otro, hacia otro como nosotros. Y fuimos
privatizando el sol, ¡increíble!, ¿no?
-Y esto
es mío… Y esto es mío… Y esto no es tuyo… Y esto es de aquel, esto es del otro.
Y claro:
-Yo
quiero también lo tuyo y tú quieres también lo mío.
Con lo cual, discutiremos por la luz, por el
sol, y nos pelearemos, nos discutiremos, nos enzarzaremos, nos negaremos el
saludo, nos haremos y nos sentiremos ofendidos, dañados… y no responderemos con
ecuanimidad a la respuesta sol-idaria. Y esto, en principio es como patético
¿no? Dice: “No, esto no corresponde con
la naturaleza del vivir.” Que habíamos comenzado desde la más tierna
infancia y antes de ello, en el útero de la Belleza Suprema de lo Femenino.
Pues resultó que luego el ser se autoproclamó, al darse cuenta… ¡Ay, claro!, al
darse cuenta de que su luz iluminaba a otros, esclavizó a los otros y los
sometió a su reino. Y a sabiendas de que los otros tenían también luz como él,
fue controlando y dominando la luz que cada uno emitía, y así los esclavizó. Y
así cada ser se volvió esclavizador y esclavo a su vez de otros porque éste que
esclavizaba a su grey era esclavizado a su vez por otros más poderosos. Y ahí
la sol-idaridad se fue perdiendo, se fue diluyendo y se estableció una
solidaria esclavitud entre esclavos, una solidaria esclavitud entre amos,
¡entre amos anda la cosa!, ¡entre esclavos anda la cosa! Y lo solidario quedó
atrapado en un contrato, en un papel de compraventa con el sello, eso sí, del
notario, del que daba la fe… ¿Daba la fe?, ¿pero la fe la da un notario? ¿La fe
no es un don, o nos decían, que era un don sobrenatural que los Dioses ofrecen
a los seres? Pues no, eso era antes. Ahora, desde que existe el notario, es el
que da fe y pone sus sellos y su rúbrica miles de veces ensayada para que sea
la auténtica. Y entonces ya es válida nuestra pertenencia, ya nos pertenece, ya
es mi mujer, ya es mi marido, ya es mi hijo, ya es mi hija, ya es mi casa, ya
es mi techo, ya es mi coche, ya… mi, mi. Y ya la propiedad privada privatiza mi
luz y la luz de otros y entramos en competencia. Claro, ya ahí no puede haber
sol-idaridad, porque la solidaridad que haya va a chocar con otros intereses,
va a ser cada vez más penitente, de penitencia, y cada vez que se haga un acto
solidario se va a producir una repercusión… incómoda e inaudita puesto que,
claro, claro, claro, puesto que no se ha privatizado, no existe el dueño. Ay,
¿se imaginan que el sol se sintiera dueño?, y hoy alumbrara más, mañana menos,
pasado no saliera y nos heláramos de frío, al otro día deambulara por otros
lugares e iluminara solamente a algunos benditos y a otros despreciara. Nos
parece imposible ¿verdad? Pues eso que nos parece imposible es lo que el ser de
humanidad hace diariamente, en mayor o menor medida.
Y eso es lo que reclama el pirata, en este
tiempo en que el Calendario Oracular, el oráculo nos llama a la solidaridad y a
la comunión. Pero sigamos con lo solidario, si nos llama a ello es porque es el
mejor momento para ejercer nuestra solidaridad. Y esa solidaridad como el sol y
da y da y da a todo lo que está en su órbita, tenemos que ejercitarlo, eso, a todo
lo que entra en nuestra órbita. No podemos decir: “A ti te doy… A ti no, a ti sí… A ti… bueno, a ti no, eres alto. A ti…
eres bajo, no, tú eres feo... Tú no…” No, sino que es el mejor momento y
nos lo ofrece el oráculo para decir que estamos en el mejor momento para ser
solidarios, y todos sabemos ¿verdad?, porque lo llevamos inscrito ¿verdad?,
cómo ser solidarios y cómo solidarizarnos, lo sabemos, lo sabemos. Y quizá,
como ensayo, existe esa Común-nión, Común-ion, ion, ion, esos iones que se unen
unos con otros. Común, común… que hacemos una unión, una unión para tener unos
criterios comunes que adornen nuestras necesidades, para al menos declarar que
el agua es un bien natural y que no puede tener dueño. Fíjense qué sencillo,
qué acto tan natural y tan increíble ¿verdad? Y no, el agua es privada, la
manejan las empresas privadas, los territorios privados, los dueños de los
sitios. Tiene dueño el agua.
Y ése sería nuestra primera proclama desde el
agua como pirata que navega por los mares. ¿Es que acaso ese mar es mi mar?,
¿acaso ese mar no es el mar de todos los que transitan por él porque el mar así
lo permite y lo quiere? Pues sí, estamos en el momento idóneo, en el momento
más… más hermoso, sí, para ejercer nuestra solidaridad. Como se diría antiguamente,
“los astros nos son favorables”, ¡los astros nos son favorables! Tenemos a
favor esa solidaridad, entonces se darán las circunstancias para que las cosas
que tengan que suceder y lo que tenga que transcurrir sea favorable.
Y en ese sentido, tenemos que buscar una
unión, unirnos, por pequeños vínculos, por la afición a esto, por la curiosidad
a esto otro… Cualquier pequeña comunión es susceptible de acrecentar la
posibilidad solidaria, ésa que hemos esbozado como un principio único, que el
agua sea un bien de la humanidad, que no pueda ser propiedad privada. Hacemos
propuestas, claro.
Y esa Comunión es la que nos permite
descubrirnos unos a otros que tenemos una… un vínculo que nos une, nuestro
humor, nuestras bromas, nuestra sonrisa, nuestro ideal, nuestro proyecto,
nuestra limpieza, nuestros cantos… Siempre habrá un punto de unión, para
establecer esa comunión. Que la comunión era, y es de alguna manera, la
instauración de elementos que ponían las religiones para ligarnos con la
Creación, ¡guau! O sea que nos sintamos al menos seres planetarios, luego que
nos sintamos seres galácticos, luego que nos sintamos seres de universo… Más
allá de las galaxias ya existen otras formaciones pero… ¡universo! Porque al
principio nos sentimos seres de la calle tal número cual, nos sentimos seres
del pueblo tal, nombre cual, de… de… de… De la provincia, del continente, del
planeta… Y de ahí tenemos que saltar a nuestra galaxia mamaria donde las haya,
Vía Láctea, que reparte luz a través de su estrella Sol, que aunque no
especialmente significativa desde el punto de vista astrofísico, sí lo es desde
el punto de vista de la Vida. Tenemos que encontrar esa Comunión con el entorno
en donde estamos, con personas, animales o cosas –por distribuir así,
fácilmente, las cosas-.
-Tú, ¿en
comunión con quién o con qué estás?
-Yo
estoy en comunión… con el cuidado de las aguas.
-Vale.
-Yo
estoy en comunión con el cuidado de las hortalizas.
-Vale.
-Yo
estoy en comunión con…
-¿Y con los
seres humanos?
-No. Yo
estoy en comunión con los que son socios del Atletic de Bilbao. Yo estoy en
comunión con los aficionados del Bádminton.
-Bueno.
Tenemos que buscar comuniones. Es el momento
adecuado y oportuno. Y nos daremos cuenta de una sorpresa. Sí, cuando empecemos
a pensar –y ese es el objetivo inductor de este programa de hoy, el primer
programa de septiembre-, ¿y yo qué tengo en común con…? Pues empezaremos a
encontrar que tenemos muchas cosas en común. ¿Qué tengo yo en común con Don
Quijote y Sancho? ¡Fíjense a dónde me voy!, a Don Miguel de Cervantes y
Saavedra. Pues si lo leo, o si ya lo he leído y lo recuerdo, pues voy a tener
muchas cosas que ver y muchas cosas que aprender de ese libro. Igual que de
Shakespeare, igual que de Marcial Lafuente Estefanía, igual que… cualquier otro
escritor que haya puesto sus palabras ahí para entrar en comunión con nosotros,
los anónimos lectores.
Pues sí, es de vital importancia darse cuenta
y descubrirnos, descubrirnos que somos partícipes de múltiples comuniones, que
tenemos en común no solamente el apellido o el nombre o el lugar donde vivimos,
no, sino que tenemos en común aficiones, afectos, dedicaciones. Y nos vamos
encontrando con personas que, ah, que también son aficionados a. ¡Guau!
Es el momento adecuado, es el tiempo preciso
para descubrir nuestras Comuniones. Para dar el salto a esas solidaridades. No podemos dejarlo para luego. Porque además,
llevamos en nuestra esencia, en esos tres mil millones de letras toda una
complejidad de alianzas, de comuniones, de solidaridades. Porque no solamente
no estamos solos sino que estamos en base a que estamos en comunión, en
comunicación con todos, ¡lo veamos o no lo veamos!, ahí estamos. Y ahí
seguimos…
Y ahí les decimos “see you later”. Es
apasionante el tema pero vienen otros momentos aquí en Comunicacionestian 24h y
más. Gracias por estar con nosotros, gracias por este… por este precioso
obsequio que estrenamos hoy. Y salud, Shalom, Shalom, Shalom. Salaam Alaikum,
Alaikum Salaam.
CUENTO ORACULAR DE "CUENTISTAS DEL MUNDO"
(Voz: Andrea Rodríguez - Escuela Neijing Uruguay)
Referencias:
(*) "Diccionario español de la lengua china” – Mateos, Fernando; Miguel Otegui; Ignacio Arrizabalaga.
(**) “Chinese Characters” – Dr. L. Wieger.
(***) Yellow Bridge - https://www.yellowbridge.com/chinese/dictionary.php
(****) "El Canto de los 20 senderos y sus valles" José Luis Padilla
(*****) I Ching. El libro de las Mutaciones . Richard Wilhelm